La subida de precios de los alimentos, la luz o los carburantes ha generado que adoptemos nuevos hábitos de consumo. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), comparando con el 2021, la cesta de la compra nos sale aproximadamente un 10% más cara. Un dato nada sorprendente teniendo en cuenta que los datos oficiales del mes de mayo reflejan una inflación del 8,7%.

Hay dos razones principales por las que cambia el consumo de alimentos en los hogares. Una es la época del año y la segunda es la economía. Con la llegada del verano hay productos que se consumen más que otros, igual que pasa en invierno. La fruta, los alimentos frescos, los helados, la cerveza y los refrescos son los alimentos estrella de esta temporada.

Normalmente se incrementa el consumo de alimentos refrescantes que ayudan a combatir las altas temperaturas. En cambio, los productos congelados, latas y conservas, chocolate y galletas no suelen completar la cesta de la compra.

Los alimentos que destacan esta temporada son la sandía, cereza, tomate, calabacín, cerdo, conejo, calamares o carabineros. El aceite de oliva es otro producto indispensable en nuestra dieta mediterránea. Este pertenece a la categoría que más subida de precio ha sufrido desde el año anterior, concretamente, ha tenido un 75% de incremento en su precio.

En cuanto a la economía, la situación actual ha hecho que suban los precios de muchos alimentos que completan nuestra dieta e incluso algunos hogares encuentran dificultades para asumir este gasto.

Para hacer frente a esta situación, muchas veces se opta por comprar productos de marca blanca. De hecho, según un estudio que ha realizado la OCU, un 42% de los encuestados prioriza este tipo de alimentos.

Otra técnica para intentar ahorrar a la hora de comprar es buscar descuentos. Según Kantar, la empresa de datos, 4 de cada 10 hogares busca promociones en productos de gran consumo. Puede ser una buena manera para no dejar de consumir alimentos básicos como carne o pescado.

Los productos que más se han encarecido en mayo son:

  • Pescado y marisco seco, ahumado o salado 8%
  • Arroz 10,2%
  • Harina 25,5%
  • Pan 12,6%
  • Pasta y cuscús 27,9%
  • Leche desnatada 17,3%
  • Huevos 25,3%
  • Aceite de oliva 36,5%
  • Mantequilla 17,6%
  • Fruta fresca 8,7%
  • Alimentos para bebé 15,5%
  • Café 11,8%

Los únicos productos que no han subido y que incluso han bajado su coste son en general artículos de limpieza o higiene como jabón, dentífrico o productos para limpiar el baño.

La guerra en Ucrania es uno de los factores principales que ha afectado al encarecimiento. Alimentos como el aceite de girasol, el pan o los cereales son los que más han notado las consecuencias del conflicto.

Pero esa no es la única razón, el coste de la electricidad y el carburante ha afectado directamente al primer sector. Por lo tanto, la explotación agrícola y ganadera y el transporte de productos tiene un coste más elevado que antes.

Pero la subida de precios no solo se ha notado en la cesta de la compra, según datos de Kantar, el 40% de los hogares también ha recortado su presupuesto para gastar en bares y restaurantes, ya que no se consideran una necesidad básica. Además, la OCU informa que la mayoría de sus encuestados considera que los precios de la energía y del carburante seguirán subiendo.