El Juzgado de lo Mercantil n.º 1 de Donostia ha aceptado la oferta de compra de Astilleros Balenciaga por un consorcio formado por Abu Dhabi Ports y Premier Marine que asegura la continuidad de la actividad naval y el mantenimiento del empleo con una inversión de 11,2 millones de euros. Este dictamen es un paso de gigante para la empresa guipuzcoana que se encontraba en concurso de acreedores, aunque todavía queda un proceso para formalizar la reactivación de la actividad de la emblemática firma de Zumaia.

Fuentes conocedoras de la operación apuntan que la oferta fue recibida el pasado mes de abril y las instituciones involucradas han estado desde entonces estudiándola junto con las ofertas de otros inversores. Los aspectos clave que han determinado la elección del consorcio Safeen Drydock son la solvencia técnica y financiera de la propuesta, así como el compromiso de mantener la plantilla con contratos estables, en tanto que se prescindirá de las personas en edad de jubilación o con contratos de relevo.

Gobierno Vasco

El consejero vasco de Industria, Transición Ecológica y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, se ha mostrado cauto al considerar que “aún no se ha culminado la compra, por lo que debemos ser prudentes”. En cualquier caso, ha calificado de “positiva” la noticia tanto para los trabajadores de Astilleros Balenciaga como para Zumaia, la localidad donde tiene la sede, para el sector naval vasco, “para nuestra industria y para Euskadi”, ha asegurado, tras agradecer el esfuerzo de todas las entidades involucradas en ofrecer un futuro a esta empresa guipuzcoana.

En este sentido, ha asegurado que la propuesta de Abu Dabhi Ports cumple con los requisitos impuestos por el Gobierno Vasco que, tal y como ha enumerado, se refieren a la presentación de un proyecto industrial que garantice el futuro de Astilleros Balenciaga, solidez de la inversión, capacidad de gestión “contrastada” y un plan de futuro con garantías de empleo. Todos estos puntos se cumplen, ha añadido, para reiterar que “es importante una necesaria prudencia hasta el desenlace definitivo de la operación”.

Protesta de los trabajadores de Astilleros Balenciaga para impedir su cierre. Arnaitz Rubio

Proceso

Astilleros Balenciaga se encuentra en concurso de acreedores desde finales de 2024 tras un proceso no exento de polémica. En una situación de “insolvencia inminente”, la dirección comenzó en febrero del año pasado las negociaciones para elaborar un plan de estructuración y evitar así entrar en concurso de acreedores. El plan elaborado contemplaba una reestructuración de la deuda y medidas encaminadas a reducir los costes, vender barcos y alcanzar nueva contrataciones, y fue aprobado por todos sus accionistas.

La presentación al Juzgado de lo Mercantil n.º 1 de Donostia, que también aceptó la propuesta al apreciar mimbres para asegurar la viabilidad de la compañía a corto y medio plazo, salvó a Astilleros Balenciaga en un primer momento de entrar en concurso de acreedores, pero la situación se rompió cuando uno de los acreedores, Cofides, negó su apoyo a este plan de viabilidad, ante lo que la empresa se vio obligada a presentar el concurso de acreedores.

Críticas

La actitud de Cofides fue criticada tanto por los trabajadores de Astilleros Balenciaga como por partidos políticos e incluso el Gobierno Vasco, más aún cuando esta entidad es dependiente del Gobierno central, que se comprometió a ser activo en la búsqueda de una solución. A partir de entonces, se convocaron reuniones interinstitucionales con la participación de la dirección del astillero guipuzcoano hasta que, finalmente, Cofides aceptó la quita de deuda que habían aprobado el resto de acreedores desde un primer momento, con excepción de algunas entidades financieras.

A partir de entonces, se abrió un periodo de negociación para estudiar las propuestas de los inversores. Desde el principio se barajaron las ofertas de dos al considerarlas sólidas, y ahora se materializa en la presentada por Abu Dabhi Ports Group y Premier Marine.