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El número de jóvenes demandantes de empleos se reduce en los últimos 4 años

La razón está en que menos personas buscan un cambio de trabajo; el principal desafío está en la cifra del paro

El número de jóvenes demandantes de empleos se reduce en los últimos 4 añosJavier Bergasa

Bilbao – Entre los principales retos del mercado laboral está la inserción de la juventud, porque a pesar de la buena evolución de las cifras en los últimos años, en este tramo de edad sigue siendo el que más dificultades tiene para encontrar un empleo estable y de calidad. Los datos dados a conocer hace unas semanas por el Gobierno Vasco, como respuesta a una pregunta parlamentaria de EH Bildu, da algunas pistas de la situación. Por ejemplo, que en el periodo pospandemia el paro juvenil no se está reduciendo al mismo ritmo que el general, porque al cierre de 2024 unos 17.500 menores de 30 años estaban inscritos en Lanbide como desempleados, una cifra muy similar a la que se registró a finales de 2021.

Lo que ha evolucionado algo mejor es la cifra de inscritos como demandantes de empleo, porque no todos los que se registran están en paro. Los hay que quieren mejorar su situación laboral y por eso acuden a servicio vasco de empleo, también quienes buscan un cambio por diversas circunstancias o necesitan inscribirse para recibir una formación. Estos sumaban 32.850 el año pasado, elevando la cifra de inscritos en Lanbide a los 50.370. Este dato está por debajo del de 2021, que era de 52.400. Aquel cierre de año eran 34.940 quienes buscaban un cambio de trabajo, por lo que la cifra se ha reducido en 2.000 personas. Y, por tanto, la lectura que puede sacarse es que ha mejorado algo la estabilidad y la calidad, aunque todavía queda un largo camino por recorrer.

Brecha

La evolución de ambos sexos es igual y arroja otro dato: mientras que en el paro no se registra brecha de género (están al mismo nivel, en torno a 8.700), la mayor diferencia se da entre quienes tienen un empleo y están buscando otro. Ahí, las mujeres son mayoría (15.400 ellos y 17.400 ellas). Y esto está relacionado con el último informe del Observatorio Vasco de la Juventud, que destaca que pese a que las mujeres jóvenes tienen una mejor formación que los hombres, enfrentan mayores tasas de temporalidad y empleo a tiempo parcial, además de recibir peores salarios. Uno de los indicadores es el sueldo y ahí hay que remitirse a los últimos datos del INE, que son de 2023. Estos indican que el sueldo medio de la población vasca se sitúa en 33.500 euros brutos anuales (35.600 euros los hombres y 31.000 euros las mujeres) frente a los 26.700 euros que cobran de media las personas entre 25 y 34 años (27.900 los hombres y 24.800 las mujeres). Es decir, que aunque se reduce, la brecha sigue pasando de generación en generación.

Al detalle

-3,9%

Evolución. En los últimos cuatro años, el Servicio Vasco de Empleo-Lanbide ha experimentado un descenso del 3,9% en la cantidad de jóvenes inscritos, alcanzando un total de 50,370 al finalizar 2024. De este grupo, unos 17.500 estaban en situación de desempleo. Esta disminución se da respecto a los datos de 2021, en plena recuperación pospandemia, sin embargo, representan un aumento en comparación con los años 2022 y 2023, los cuales finalizaron con 43.469 y 48.595 inscritos, respectivamente.

25 y 29 años

Por tramos de edad. Del total de jóvenes inscritos en Lanbide al concluir el pasado año, 27.363 se encontraban entre los 25 y 29 años, 18.741 entre los 20 y 24 años, y 4.266 eran menores de 20 años.

El salario es importante si se une a otro dato que se dio a conocer ayer, Día Internacional de la Juventud: que los jóvenes tienen que destinar más del 90% de lo que cobra para emanciparse en solitario. Por eso, la vivienda es la principal preocupación de la ciudadanía vasca y la situación laboral, la segunda.

Tramos de edad

Veamos ahora la evolución del mercado laboral por franjas de edad. Donde más crece el número de demandantes de empleo es entre los menores de 20 años. Han pasado de 3.740 en 2021 a 4.260 en 2024. Esto no necesariamente es negativo, para empezar porque el número de desempleados en esta edad no ha crecido y el aumento de inscritos obedece más bien al aumento de la Formación Profesional y la modalidad dual, que requiere estar en las listas de Lanbide para acceder al contrato en prácticas.

El segundo tramo es el de quienes tienen entre 20 y 24 años. Ahí, al contrario, se reduce en estos cuatro años el número de inscritos como demandantes de empleo, aunque donde más lo hace es entre quienes tienen entre 25 y 29 años. También baja el desempleo en esta última franja de edad, aunque es verdad que no mucho, en 600 personas. En la edad intermedia, la diferencia es todavía menor, el paro se reduce apenas en 200 personas.