Las estadísticas dicen que la demanda interna y el consumo privado son dos de los vectores alrededor de los que se está estructurando el crecimiento económico en Euskadi, pero alrededor de esta evidencia existen diferentes matices. Y uno de ellos tiene que ver con el crecimiento forzado de los gastos que trae consigo el mantenimiento del hogar.
La Encuesta de Presupuestos Familiares que confecciona el INE, con datos del pasado año y publicada recientemente, apunta que la comunidadcon mayor gasto medio por persona en 2024 fue Euskadi, con 15.504 euros. Lógicamente, el dato se alinea también con el hecho de que la CAV es una de las comunidades con mejores datos de riqueza y salarios. No obstante, no es menor la influencia de la subida de la inflación, que ha hecho que el desembolso de los hogares vascos en todo lo vinculado a vivienda -que incluye los gastos inherentes al propio espacio físico, como agua, electricidad y gas-, alcanzara el pasado año los 13.007 euros de media, un 1% más que en 2023 y casi 2.000 euros más que la media de los hogares en el Estado, que fue de 11.029 euros. Toda esta materia fue una de las más inflacionarias en 2024, puesto que los conceptos englobados en este grupo del IPC acumularon una subida conjunta del 7,4%, especialmente por la recuperación progresiva del IVA y otros impuestos asociados a la electricidad y el gas.
¿Y cuales son las partidas de gasto a las que las familias vascas destinan sus recursos? Según las estadísticas, la prudencia parece guiar las decisiones, puesto que el gasto total fue de 36.313 euros, que curiosamente es el casi el mismo del año anterior (36.331). Es decir, que en muchos hogares tocó apretarse el cinturón. Pero no en todas las partidas la evolución ha sido la misma. Por ejemplo, las familias gastaron el pasado año menos en lo relativo a alimentación (-1,4%, 5.636 euros en total) y también en las bebidas alcohólicas (-9,6%, 365,32 euros en total).
Por contra, crece el consumo en vestido y calzado (+2,5%, hasta los 1.437 euros de media), también debido al aumento del IPC en esta categoría, una tendencia que se viene repitiendo en los últimos años, con subidas el año pasado del 0,5%. Pero, además de este apartado, hubo otros en los que también se registraron fuertes incrementos de gasto, previsiblemente no solo por la subida de los precios sino también por una transformación social en el que el consumo de experiencias -turísticas. gastronómicas, recreativas...- está ganando peso con fuerza desde el final de la pandemia. De esta manera, el gasto en actividades recreativas en las familias vascas fue de 1.732 euros, un 8,4% más que el año anterior. En restauración, por ejemplo, subió un 2,5%, mientras que en servicios de alojamiento aumentó un 5,8%. El gasto total en el grupo específico de restauración y servicios de alojamiento en 2024 fue de 4.206 euros (un 3% más), más de 80 euros que en la media del Estado (3.373 euros, un 2% más). En cualquier caso, y tal y como subrayaba el INE, las categorías de ocio y cultura, además de la de paquetes turísticas, son dos de las principales responsables del crecimiento general de la inflación el pasado año. Para este año, la tónica es la misma, con España e Italia como los países en los que más se ha incrementado el precio de los hoteles..
No obstante, se percibe en el panorama del consumo un interés creciente por lo emocional y no tanto por los objetos físicos. El informe ‘Situación País Vasco 2025’ de BBVA Research, presentado recientemente, recoge que el gasto presencial total, tanto de cliente estatales como extranjeros, registrado en las terminales de punto de venta de BBVA o realizado por clientes de esta entidad financiera, aumentó un 14% en 2024, mientras que se desacelera hasta el 7,8% en el presente año. “En particular, el aumento del consumo es mayor en compras asociadas a grandes superficies, belleza, bares y restaurantes y alimentación, mientras que el gasto en alojamiento y transporte pierde dinamismo”, recoge el documento del servicio de estudios de BBVA.
El crecimiento en algunos apartados hace que, para acabar en el equilibrio respecto a 2023, se deba recortar en otras. Así, en la categoría de muebles y de artículos para el hogar, el gasto de los hogares vascos cayó un 7,1%, hasta los 1.318 euros. También es significativo el descenso en el apartado de cuidado personal, en el que se incluyen conceptos como la estética (-15%). Asimismo, cae con fuerza el desembolso en aspectos como reformas del hogar y compra de electrodomésticos, además de la adquisición de libros, si bien, por otra parte, la partida de gasto que agrupa los distintos servicios culturales existentes aumentó entre las familias de la CAV en un porcentaje de casi un 35%.
De esta forma, el gasto medio por individuo en 2024 en Euskadi fue el mayor del Estado, con 15.504 euros, un 13,8% mayor que la media. A continuación figuran Madrid (15.108) y Catalunya (14.746). El gasto de las familias vascas había subido con fuerza desde el final de la pandemia. En 2020, fue de 31.498 euros, unos 3.000 euros menos que un año antes por el efecto de los confinamientos y la reducción de la actividad económica, pero dos años ya había superado los niveles previos a esa crisis al alcanzar los 35.454 euros, según los datos del INE. En 2023 alcanzó los 36.331, para situarse un año después en una cifra prácticamente idéntica de 36.313 euros.