El Banco de España ha calculado que el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa presentado por el Gobierno el pasado mes de abril supondrá un impacto positivo de una décima sobre el PIB este año. Así lo ha avanzado el director general de Economía, Ángel Gavilán, durante la presentación del 'Informe Anual'correspondiente al año 2024. El organismo dará a conocer los detalles del impacto en el informe trimestral que se presentará en el mes de junio.

Según el Banco de España, en un contexto geopolítico cada vez más complejo y en el que Estados Unidos parece querer limitar su papel como principal garante de la seguridad, defensa y orden mundial, se plantean nuevos retos para las cuentas públicas asociados a la necesidad de incrementar el gasto en defensa de forma relativamente persistente.

En este contexto, el Gobierno presentó el pasado 22 de abril el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, con un volumen de recursos cercano al 0,6% del PIB, con el objetivo de alcanzar, ya en 2025, una ratio de gasto en defensa sobre PIB del 2%, según los criterios establecidos por la OTAN.

El plan se articula a través de distintas figuras, como la dotación presupuestaria de los Programas Especiales de Modernización de las Fuerzas Armadas, la disponibilidad de instrumentos financieros para promover la industria de la defensa o el gasto en la mejora de la respuesta ante emergencias climáticas. La financiación de este plan se sustentaría, en gran parte, en la modificación de créditos presupuestados no utilizados de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 y en la reubicación de fondos asociados al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.  

Defensa

El Informe Anual del Banco de España, que precisa que el Estado destina menos de un 0,05% de su PIB a la Investigación y Desarrollo (I+D) de defensa, frente a casi el 0,4% de Estados Unidos (EEUU), detalla el impacto que el conjunto de iniciativas para incrementar la inversión en defensa en la Unión Europea podría tener sobre la evolución de la actividad y los precios en dicho territorio en general y en el Estado español, en particular, durante los próximos trimestres. En este sentido, el informe realizado por la entidad liderada por José Luis Escrivá explica que dicho impacto vendrá determinado, además de por el gasto adicional efectivamente realizado, por una "serie de factores sobre los que aún existe una considerable incertidumbre".  

PIB

"Por un lado, en cuanto al gasto en defensa, la literatura académica sugiere que un mayor gasto militar tendría un impacto multiplicador sobre el crecimiento del PIB que oscilaría entre 0,6 y 1,5 a un horizonte de 2 a 4 años", detalla el estudio, que indica igualmente que la incidencia sobre las tasas de inflación de los bienes y servicios de consumo sería "relativamente reducida".

En esta línea, el organismo comenta que "especialmente en la medida en que este impulso fiscal podría estar más concentrado en la inversión pública, que tiene un mayor impacto positivo sobre la oferta en términos relativos", la inflación se vería controlada.

No obstante, cabe resaltar que "dichos impactos se ven muy condicionados, entre otros factores, por el momento en el que se materializa dicho gasto y la forma en que se financia, así como por su composición y contenido importador".   

Recursos mayores

En particular, tal y como apunta el Banco de España, el impacto de un mayor gasto en defensa es más positivo sobre los niveles de actividad cuando existe una cierta capacidad productiva infrautilizada en la economía y cuando este mayor gasto se financia vía deuda, se destina en un "elevado porcentaje a bienes y servicios producidos nacionalmente y se concentra en actividades de I+D".

En relación con este último aspecto, cabe reseñar que el gasto público en defensa tanto de la UE como de el Estado presenta, en comparación con otras potencias mundiales, una asignación de recursos mayor hacia el gasto en personal y menor hacia la inversión en actividades de I+D.   

En concreto, el Estado español presenta un gasto público de menos del 0,05% del total de su PIB para I+D en Defensa, lo que la sitúa casi a la cola de las potencias mundiales y que, aunque cerca de la media de la UE, contrasta con la posición de liderazgo de EEUU, que destina cerca del 0,4% de su PIB, seguida de Corea del Sur, que invierte poco más del 0,2%.

Por último, el informe resalta que, además del volumen y de la composición del gasto en Defensa que podría desplegarse en la UE en los próximos años, otro "factor clave" desde el punto de vista de su eficiencia y potencial impacto es el grado de coordinación europea que se alcance en todas las cuestiones relativas a esta materia, por ejemplo, en su provisión, financiación y planificación. "Un aspecto que es particularmente relevante dado el carácter de bien público que tienen la defensa y la seguridad europeas", concluye el organismo.