Iberdrola acusó este jueves a Repsol de engañar con su publicidad su relación con la sostenibilidad, que ve “incompatible” con que se dedique al sector petrolero, una acusación que la energética negó al defender su compromiso con la transición energética y poner en valor su esfuerzo para dar una alternativa a los hidrocarburos. Las defensas de ambas lo trasladaron así en la vista que tuvo lugar ayer en el juzgado de lo mercantil número 2 de Santander, que dirime la demanda de Iberdrola contra Repsol por competencia desleal y publicidad engañosa, y que se prolongó casi ocho horas. Tras la vista, la sentencia podría conocerse entre finales de este año o principios del próximo. Iberdrola contó con el asesoramiento de las consultoras Nera y Roman Consulting, así como el bufete Ontier, mientras que Repsol desplegó para su defensa al experto Fernando Barrera, la consultora LLYC y el despacho Dentons.
Entre los mensajes que Iberdrola cuestiona y denuncia que Repsol transmitía en algunas de sus campañas de publicidad y en Internet está el que la petrolera muestre que es líder en transición energética, que ofrece productos de origen renovable, que su principal propósito es alcanzar emisiones netas cero en 2025 y que en su ADN está ese cambio. La defensa de Iberdrola explicó que “hay una práctica engañosa de cara a la comunicación porque no respetan la realidad”, dando lugar así al “blanqueo ecológico”. Y aseguró que los objetivos finales de las campañas objeto de la denuncia son distintas a lo que se transmite al consumidor, llegando incluso en algunas ocasiones a no corresponder la imagen con la realidad.
La defensa de Repsol defendió en el juicio que la compañía con la frase “líderes en transición energética” se refería a que lo son “entre las empresas de su sector, el de los hidrocarburos”. Los peritos de Repsol señalaron que está llevando a cabo acciones comprometidas con el mundo sostenible y tiene un compromiso por descarbonizarse, para lo que está realizando inversiones y destinando capital. El abogado de Iberdrola aseguró, en sus conclusiones, que se ha acreditado la acción ejercitada y que los mensajes y las campañas denunciadas son “engañosas” por no adecuarse a la realidad de la actividad de Repsol.
Añadió que lo anunciado por Repsol no es coherente con las inversiones de la compañía y omite “en sus expresiones datos esenciales de sostenibilidad relacionadas con las emisiones de la empresa y que, por tanto, son engañosos”. La defensa de Iberdrola aseguró que su demanda no discute la actividad real de Repsol, que ha quedo acreditada, sino que la comunicación comercial de la compañía “no es real ni coherente” con su actividad y que “oculta” esa realidad al consumidor. Iberdrola solicita en su demanda que Repsol retire los anuncios que dan lugar a esa publicidad que la compañía considera engañosa y que, en caso de que la sentencia lo acredite, publique en su web la resolución judicial.
Por su parte, Repsol indicó que Iberdrola “pretende limitar la competencia de Repsol en el mercado eléctrico, usando la ley de competencia desleal y empleando acusaciones de publicidad engañosa, basadas en argumentos y mensajes sesgados y sacados de contexto”.
Legislación
Objetivo
UNIÓN EUROPEA. Jurídicamente esta demanda es pionera, ya que el greenwashing no es algo tipificado en el ordenamiento jurídico español. En el caso de la UE, se ha fijado como uno de los objetivos la lucha contra el cambio climático. De hecho, existe la directiva europea sobre empoderamiento de los consumidores para la transición verde, aprobada en febrero y con normas para hacer frente a las prácticas comerciales desleales que inducen a error, como el greenwashing, aunque no ha sido todavía transpuesta por España.