La empresa Guascor Energy de Zumaia deberá aplicar el convenio del Metal de Gipuzkoa y regularizar los salarios en cumplimiento de una sentencia que crea precedente para otras empresas del sector, según ha informado ESK.
El sindicato ha señalado este lunes en un comunicado que presentó una demanda de conflicto colectivo ante lo que consideró "una reducción salarial avalada por un pacto de empresa".
Guascor Energy se ha regido por la aplicación de pactos internos negociados por la empresa y la representación de los trabajadores que hasta la llegada de la pandemia "mejoraban las condiciones laborales de la plantilla", explica el sindicato.
A finales de 2020 se firmó el convenio del metal para Gipuzkoa que incluía la regularización total del IPC sobre los salarios para los años de vigencia del mismo (2020, 2021 y 2022).
Periodo de negociaciones
Ante la firma del convenio, Guascor abrió un periodo de negociaciones en 2022 para un nuevo pacto que recogía un incremento salarial del 1,5 % más 40 euros lineales sobre el salario base, lo que estaba "muy por debajo del incremento salarial del convenio vinculado al IPC y que en 2022 fue de un 6,5%", explica ESK.
Este pacto suponía "de facto" una bajada salarial, considera.
Señala que, aunque en un principio el comité no estaba dispuesto a aceptarlo, "finalmente los 4 representantes de ELA y los 2 de LAB acabaron firmando" mientras ESK "fue el único que se negó" porque consideraba que "empeoraba escandalosamente los salarios" de la plantilla de 180 personas.
ESK presentó una demanda de conflicto colectivo que fue desestimada por el juzgado de lo social número 1, ante lo cual recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que un año después dio la razón al sindicato.
Guascor Energy interpuso en abril de 2023 un recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS), que fue inadmitido el pasado septiembre.
Regularizar los salarios
Esto supone que Guascor Energy deberá "cumplir la ley y aplicar el convenio del metal de Gipuzkoa y regularizar por lo tanto los salarios", remarca.
ESK afirma que "no entiende" por qué ELA y LAB firmaron el pacto de empresa "aún a sabiendas que perjudicaba a los trabajadores" y critica que LAB "no se personase en el juicio" y que ELA "fuera para ponerse de perfil ante una situación que era claramente injusta".