La escasez de perfiles cualificados es una cuestión que sobrevuela la realidad empresarial desde hace varios años, pero lejos de haberse moderado en este período, se ha agravado hasta el punto de que ya una inmensa mayoría de las empresas a las que se les consulta sobre sus preocupaciones la sitúan entre las principales. 

Un nuevo ejemplo se encuentra en un informe elaborado por Mondragon Unibertsitatea, MIK, LKS Next e Isea en el que se constata que más de la mitad de los negocios afirma que la dificultad de encontrar personal llega en la actualidad a lastrar su competitividad, al impedirles crecer a pesar de reunir las condiciones para hacerlo.

El documento “Estudio sobre las perspectivas de las empresas vascas ante el ejercicio de 2024” está estructurado en diversos apartados y en más de uno surge esta cuestión. Dentro de los factores que, en opinión de los empresarios, condicionan su actividad desde el exterior figura la escasez de personal cualificado, a la que se refieren el 52% de las personas consultadas. 

Un 61,8% cita la dificultad de contratar personal cualificado, sólo por detrás de los obstáculos que encuentran para combinar el día a día con los nuevos proyectos

La preocupación se intensifica si el foco se sitúa sobre las cuestiones que, a nivel interno, representan un problema para un adecuado desarrollo de la actividad de una compañía. En este apartado, un 61,8% de las personas entrevistadas cita la dificultad de contratar personal cualificado, sólo por detrás de los obstáculos que encuentran para combinar el día a día con los nuevos proyectos. Un año antes, en 2023, el porcentaje era del 52%.

Además, entre las cuatro razones más mencionadas en lo que respecta al ámbito interno también se encuentra la fuga de talento y el relevo generacional, repetido por el 36,6% de las organizaciones encuestadas por las entidades responsables del estudio, que pertenecen al ámbito cooperativo. Informes elaborados anteriormente por instituciones de la empresa familiar coinciden en mostrar su inquietud ante la sucesión de la generación propietaria de un negocio.

En el correspondiente a Mondragon Unibertsitatea, MIK, LKS Next e Isea se vuelve a encontrar la cuestión de la falta de talento cuando se pregunta al empresariado sobre los factores que, en su opinión, resultan necesarios para impulsar su competitividad, donde surge en un indiscutido primer lugar las personas y su talento, reiterado por el 82% de las personas consultadas. 

COMPETITIVIDAD

El talento no es el único factor apuntado por las empresas consultadas como favorecedor de una mayor competitividad. En segundo lugar se sitúa otra de las cuestiones que tanto las instituciones como las organizaciones empresariales se esfuerzan en potenciar como es la innovación y la promoción de nuevos negocios que, además, mantiene esta segunda posición en la que también se encontraba cuando se hizo la encuesta correspondiente al año 2023.

En estrecha relación con la actitud y la actividad innovadoras, el desarrollo tecnológico concita el acuerdo de más de la mitad de las respuestas y escala puestos, lo que refleja la influencia de los avances tecnológicos en la capacidad de una empresa de superar los obstáculos que representan otros negocios. Muy cerca se sitúan las colaboraciones y alianzas estratégicas para ganar en tamaño y exhibir músculo frente a la competencia.

A mayor distancia, las personas entrevistadas citan como elementos de competitividad el marketing o los recursos económico-financieros. Las operaciones y las cadenas de suministro son también vitales para que un negocio pueda desarrollarse y tener capacidad para asentarse en los mercados. Esta cuestión es la que ha experimentado un mayor crecimiento en comparación con el estudio de 2023, puesto que en aquella ocasión era citada por el 39% de las personas consultadas, mientras que ahora asciende al 53,66%.

Aunque no es el más citado, el factor de la internacionalización se encuentra entre los ocho primeros elementos de competitividad considerado por los empresarios, que son conscientes de la importancia de diversificar sus clientes en un entorno económico cambiante.

El factor de la internacionalización se encuentra entre los ocho primeros elementos de competitividad

Un ejemplo de ello se produjo el pasado año, cuando la economía de Alemania, uno de los principales clientes de Gipuzkoa y el primero de Euskadi, se ralentizó hasta llegar a la recesión, con la consecuente influencia negativa en las exportaciones. Los resultados de las compañías no se vieron tan mermados como se podía prever porque muchas de ellas ya habían hecho los deberes y habían comenzado a vender a países menos tradicionales.

Mejora

Respecto a las iniciativas que las empresas ponen en marcha con el objetivo de mejorar determinados aspectos de su actividad, la más repetida se refiere al desarrollo de nuevos productos y servicios seguida, de nuevo, por la captación y retención de talento. Ocho de cada diez afirma que ya ha activado algún tipo de medida para acceder a los perfiles que necesita, aunque son menos las que afirman disponer de una partida presupuestaria orientada a este factor, tres de cada diez.

La mejora de la productividad y la reducción de los costes junto con el desarrollo del marketing y la marca aparecen en los primeros puestos del listado en el que también se recogen la transformación digital, la gobernanza interna de la empresa, la captación de recursos financieros de forma diversificada o los modelos de negocio circulares.

FICHA DE LA ENCUESTA

Autores. Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea & MIK, LKS Next e Isea. 

Tamaño de la empresa. El 12,2% tienen una plantilla superior a los 500 profesionales, un porcentaje similar a las que emplean a entre 251 y 500 personas. En el 21,1% trabajan entre 250 y 101 personas y el 54,5% restante corresponde a negocios con plantillas conformadas por hasta 100 trabajadores 

Sectores. La mayor parte de las compañías consultadas, el 54,47% desarrollan su actividad en el sector industrial. El 41,46% lo hace en servicios y el 4,07% en distribución. 

Cargos. Casi ocho de cada diez personas que han respondido a la encuesta pertenecen al consejo de dirección de la empresa, frente al 13% que ocupa un cargo o mando intermedio y el 8% que atiende las labores de operario o técnico.