La patronal de las estaciones de servicios de Gipuzkoa Aega ha alertado de prácticas fraudulentas en gasolineras del territorio que venden carburantes a precios muy bajos y que representan una competencia desleal para otras estaciones, cuyos negocios en algunos casos ven peligrar su viabilidad. Según denuncia, la notoria rebaja de precios comporta fraudes en el IVA, incorporación de menor cantidad de biocarburantes de lo que establece la normativa, o incumplimientos de obligaciones derivadas del Fondo Nacional de Eficiencia Energética y de la Corporación de Reservas Estratégicas CORES.

Según los datos que maneja Aega, esta situación afecta al 8-11% de las alrededor de 140 estaciones de servicio distribuidas por el territorio guipuzcoano. La patronal no quiere señalar a ninguna, pero advierte de que los precios muy rebajados, que contrastan con los que ofrecen gasolineras de marcas más tradicionales, pueden tener por detrás ilegalidades que tienen su origen en los distribuidores, no en las estaciones de servicio, pero que ellas las pueden sospechar.

Aega apela a la conciencia de la ciudadanía ante prácticas que restan recaudación tributaria

Aega explica que el precio de compra del carburante es el resultado de la suma del precio de su cotización internacional, los costes de transporte y distribución, el Impuesto Especial a los Hidrocarburos, la tasa de eficiencia energética y las exigencias regulatorias de la Corporación de Reservas Estratégicas, la aditivación de biocarburantes y del Fondo Nacional de Eficiencia Energética. Al coste de venta hay que añadir el margen de beneficios de cada estación. La patronal afirma que “si se incumple el proceso, los precios pueden caer de forma fraudulenta”.

Biocombustibles

Uno de los fraudes se produce en el IVA. Fuentes del sector a nivel estatal explican que han constatado la creación de distribuidoras piratas que venden por debajo del precio del mercado hasta que llega el momento de abonar el IVA, que es cuando desaparecen. Aega también cita el fraude de la aditivación de los biocombustibles. La regulación estatal exige incorporar un porcentaje de aditivos a los carburantes destinados al transporte para reducir sus emisiones contaminantes, lo que encarece el producto. Reducir o eliminar esta proporción permite vender más barato el combustible, pero también representa un riesgo de avería para el vehículo.

La patronal advierte de que la viabilidad de algunas gasolineras legales peligra

En diciembre del pasado año se publicó un Real Decreto Ley que determinó que, a partir del 28 de diciembre, se prohibirá el suministro entre distribuidores al por menor o el de distribuidores al por menor a operadoras al por mayor, tal y como se produce ahora. Esta medida evitará en gran medida el fraude, pero el problema es que los distribuidores pirata están aprovechando estos tres meses para agotar todo su producto en plazo y desaparecer después. La patronal guipuzcoana ha detectado que las prácticas fraudulentas se multiplican, y por este motivo pide a la Administración estatal que adelante la entrada en vigor del Real Decreto Ley.

También apela a la conciencia de la ciudadanía, al advertir de que los fraudes ponen en riesgo la viabilidad de las gasolineras que sí cumplen con la ley además de restar recaudación destinada a sostener el estado del bienestar. Por último, solicita que se adopten medidas de supervisión y mayores controles. Aega matiza, no obstante, que si una estación de servicio vende a un precio inferior al general, “siempre que lo haga con el mínimo del precio de coste”, también puede representar una práctica para fidelizar a los clientes o rivalizar con la competencia.