El Puerto de Pasaia tiene este año una evolución muy positiva, con unos crecimientos en el tráfico de mercancías notables y en pleno proceso de transformación para poder incrementar sus espacios y permitir la entrada de mayores buques. El director de la Autoridad Portuaria de Pasaia, David Candelario, ofrece una visión general del momento actual de la dársena.

El Puerto de Pasaia acumula un crecimiento de siete puntos, por encima de la media estatal. ¿A qué lo atribuye?

Sobre todo a nuestros principales tráficos. Tras la pandemia y mejorada la crisis de los semiconductores, el tráfico de coches está subiendo. Por otro lado, la guerra en Ucrania y la sequía han tenido como resultado un repunte del tráfico de cereales en el sistema portuario en general, y también en nuestro caso porque el tablero de cereal ha cambiado y la sequía ha generado un mayor volumen de importación. Estos dos productos son los principales motivos por los que tengamos un crecimiento sostenible que, no obstante, no será infinito dado que en algún momento llegaremos a una estabilización.

A inicios del año las previsiones apuntaban a un cierre del ejercicio con un alza del 6%. ¿Mantiene esta estimación? 

Estará entre un 5 y un 6%. Si el año pasado movimos 3,3 millones de toneladas, este ejercicio aumentaremos en unas 150.000 o 170.000 toneladas, aunque en la actual coyuntura económica es difícil hacer predicciones muy precisas.

¿Es el volumen que puede gestionar el Puerto de Pasaia por sus dimensiones?

Debemos diferenciar entre capacidad bruta y aquella que nos permite atender la mercancía que otros puertos, con más calidad y eficiencia. Por capacidad bruta, podríamos llegar a una cifra mucho más alta, que prefiero no concretar para no estar condicionados, pero nosotros tenemos claro que es mejor la calidad del trato. Es mejor atender muy bien las mercancías que pasan por aquí, que nos valoren por el trato que se da aquí a la mercancía, por la estiba, por cómo trabajan los operadores que ir a una batalla del volumen. Y en este escenario, creemos que lo lógico sería mover entre cuatro millones y cuatro millones de toneladas al año tanto con las mercancías actuales como con alguna nueva que pudiera entrar. En este volumen el puerto puede ser referente en el sistema portuario.

“Ha habido conversaciones para contenedores, pero para conocer el mercado y que nos conozcan”

¿Cuál es el reto? 

Más que en el volumen, está en la calidad y la eficiencia. Queremos ser muy buenos en lo que hacemos porque la pelea por el volumen no está en nuestras coordenadas. Por ejemplo, este ha sido el segundo año en el que nos valoran como el mejor puerto para coches, y en siderurgia somos un referente tanto en los perfiles como en las bobinas. Para ser rentables, hay que combinar volumen con aprovechamiento de espacio y servicio.

Las exportaciones en Gipuzkoa han moderado su ritmo. ¿Afecta al Puerto de Pasaia?

No de momento porque la siderurgia, nuestra principal mercancía, tiene un crecimiento del 2% con respecto al año pasado. Somos ajenos a este comportamiento de las exportaciones ahora, pero puede que lo veamos con otra inercia. El segundo producto, los coches, funcionan con una lógica inversa porque Stellantis fabrica una gama de vehículos que se exporta muy bien al norte de Europa y Mercedes está funcionando muy bien con las furgonetas. 

El brexit afectaría a la actividad portuaria. ¿Está superado? 

Por lo menos está asimilado. Los efectos más complejos y la incertidumbre que planteaba ya están asumidos por la cadena logística, que se ha adaptado. 

El director de la Autoridad Portuaria de Pasaia, David Candelario. Iker Azurmendi

El puerto aspira a crecer a través de la diversificación de mercancías. ¿En qué momento se encuentra esta apuesta? 

En el mundo de la logística los cambios tienen sus plazos. La mercancía pide ser movida de manera fiable, en términos de precio de servicio y de puntualidad. Nosotros tenemos el deber de cuidar que ninguna nueva mercancía incomode a la que ya se mueve en el recinto portuario, por lo que debemos trabajar en su acomodo. Ahora trabajamos por albergar un nuevo producto que son las potasas, y creo que en un plazo de dos años o dos años medios el puerto moverá ese material. 

A inicios del año se anunciaron conversaciones con dos o tres empresas interesadas en un servicio a medida de contenedores. ¿Hay novedades? 

Habrá que ver qué demanda tienen los contenedores en nuestro territorio, porque es una mercancía que requiere estabilidad y si se quiere iniciar una nueva línea hay que hacerlo muy bien, con mucha tranquilidad y dando garantías. Vamos a ir por etapas, y ahora estamos centrados en las potasas. Luego analizaremos los contenedores, para los que sí ha habido conversaciones, pero para conocer bien el mercado y para que nos conozcan y entrar en las agendas de los que toman decisiones en la logística del contenedor. 

“Quiero pensar que la transferencia al Gobierno Vasco será para mejorar su gestión industrial”

El crecimiento del puerto pasa por la ampliación de las infraestructuras de la Intermodal de Lezo. ¿Qué movimientos se han dado? 

Es una actuación que lidera el Gobierno Vasco y Adif, y nosotros figuramos como agente interesado por lo que solo puedo transmitir la información que nos facilitan. El Gobierno Vasco está desarrollando estudios previos y proyectos de viabilidad. Bajo mi punto de vista, es un proyecto de territorio relevante. 

También existe el reto de mejorar la maniobrabilidad. ¿Zamakona ha dado el visto bueno a retranquear el dique flotante? 

Ya se ha tomado la decisión de retranquear parte del muelle actual y el dique. Creo que antes de que finalice el año podremos tener noticias porque estamos trabajando bien con Zamakona y pienso que lograremos dar una solución a un asunto que permitirá ampliar el canal. 

¿Qué se ha ejecutado del Plan de Inversiones y qué queda por hacer? 

Hasta ahora nos hemos centrado sobre todo en el Puerto Ciudad, con las obras de la cubierta de los almacenes de la Herrera iniciadas el pasado año y las de la cubierta de la lonja que comenzarán en breve. También hemos pavimentado el espacio que dejó la central térmica y la hemos concesionado a Sobrinos de Manuel Cámara. En los dos próximos años vamos a centrarnos en obras más portuarias, como mejoras del acceso y del balizamiento del canal, la redacción de todos los proyectos y campañas geotécnicas para las obras del canal de Lezo o la ampliación del calado de Buenavista.

“Los próximos dos años serán de transición para acometer después los grandes proyectos”

¿Qué quedará después? 

Saltar a las obras de ampliación del canal de Lezo y abordar otros proyectos con mayor inversión. Estos dos próximos años van a ser de transición para acometer posteriormente las grandes actuaciones.

Urkullu anunció que pedirá al Gobierno central la transferencia del Puerto de Pasaia. ¿Le preocupa que pueda perder su carácter industrial?

La pregunta sería más para el lehendakari que para nosotros, y más en mi caso, que tengo un perfil técnico, sin designación política. A partir de ahí, en las declaraciones realizadas por Iñigo Urkulllu no percibo que el carácter industrial del puerto esté en riesgo, y aún más sabiendo que está muy ligado a las industrias del territorio que lo necesitan, como por ejemplo la máquina herramienta. Quiero pensar que el lehendakari, cuando anunció que pedirá la transferencia del Puerto de Pasaia, lo hizo con la intención de mantener o mejorar la gestión industrial del recinto portuario.