La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) acusó ayer a EiDF Solar de no haber dado al mercado una información completa, omitiendo el resumen ejecutivo del informe forensic realizado por Deloitte, y de haber llevado a cabo “omisiones muy relevantes”. El supervisor bursátil hizo público ayer un requerimiento que remitió a la compañía el lunes en el que le comunicaba que la información que presentó la empresa la pasada semana, con sus cuentas reformuladas después de más de cuatro meses suspendida de cotización, era incompleta y podía “inducir a confusión al público”. En este escrito, el organismo presidido por Rodrigo Buenaventura advertía a la empresa dirigida por Fernando Romero de que el informe forensic de Deloitte incluía un relato de hechos y evidencias “de gran trascendencia” para los accionistas de EiDF.

De ellos, destacaba las evidencias de “posible falseamiento de documentos por parte de la compañía, dada su especial relevancia”. En relación con ello, añadía que PwC, el auditor de las cuentas del grupo, había tenido en cuenta este forensic en su trabajo “que se ha materializado entre otros aspectos, en una limitación al alcance de su opinión de auditoría, dadas las debilidades de control interno identificadas en el forensic en estas materias”.

FALSEO DE DOCUMENTOS

En concreto, la información requerida por la CNMV versaba sobre hechos como que en el informe se hablaba de que “en algunas de las actividades y operaciones con terceros analizadas se han identificado situaciones en las que se habrían creado, modificado o falseado documentos”.

Asimismo, se señalaba que todos los deudores incluidos en el alcance del forensic presentaban “una vinculación directa e indirecta con Fernando Romero, el máximo accionista del grupo, y que, según el informe, “se identifican numerosas incidencias relativas, entre otras cuestiones, a facturas y pagos por servicios que podrían no haberse prestado o no estar justificados, así como a la falsificación de documentos”.

En este sentido, refiriéndose al informe, advierte de que algún deudor “habría emitido facturas que no se corresponderían con servicios efectivamente prestados, por lo que podrían tratarse de facturas falsas”. La CNMV solicitaba información respecto a posibles discrepancias entre costes registrados en contabilidad y el grado de avance real de la obra. En la reformulación de las cuentas de 2022 el auditor advertía de que EiDF tenía un fondo de maniobra negativo de 20,9 millones de euros.