El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha calificado de “grave error” el fin de la venta de vehículos nuevos con motor gasolina o diésel a partir de 2035 aprobada por el Parlamento Europeo, denunciando que Europa “está fracasando en las políticas energéticas”.

En su intervención durante el acto de inauguración del Congreso Faconauto, el directivo de Repsol ha señalado que la prohibición anunciada por el organismo europeo incrementa la incertidumbre en el mercado, reduce el dinamismo del parque automovilístico español y acentúa su envejecimiento.

Imaz ha denunciado que la política energética comunitaria no logra garantizar el suministro ni favorecer la competitividad de los fabricantes europeos, pues ha afirmado que se genera una creciente dependencia extranjera en materia de abastecimiento, especialmente de Rusia, que eleva los costes y no ofrece precios atractivos para el consumidor.

Asimismo, el directivo ha criticado que la política europea tampoco tiene éxito en materia de sostenibilidad, pese a ser el “único objetivo que persigue”. “Hemos escondido las emisiones de dióxido de carbono debajo de la alfombra”, ha apuntado, explicando que la reducción de emisiones en España se debe a que la fabricación de componentes automovilísticos se está deslocalizando.

DESCARBONIZACIÓN

“Debemos descarbonizar con tecnología y no con ideología”, ha repetido Imaz en varias ocasiones, criticando que la persecución de la sostenibilidad en el sector del motor deje a un lado al vehículo de combustible.

Imaz ha denunciado que la incertidumbre provocada por las políticas de sostenibilidad en el sector del motor motiva el envejecimiento del parque español, argumentando que la población “no sabe qué coche comprar o no se atreve a hacerlo”.

El directivo de Repsol ha criticado que el parque más dinámico en España sea el de los coches diésel de más de diez años y ha asegurado que, si no se venden coches nuevos, los fabricantes dejan de tener incentivos para invertir en mejoras del motor.