Como ocurrió hace una semanas con la presentación de los resultados de la banca, los beneficios del sector energético están chocando con el debate generado por los impuestos al sector financiero y a las compañías energéticas. Repsol, la matriz de Petronor, ha hecho pública esta mañana su cuenta de ganancias de 2022. Los números hablan por sí solos: un beneficio de 4.251 millones de euros, un 70% más..
Anticipándose al debate, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, aseguró que los datos son consecuencia de un "gran esfuerzo inversor" por parte de la compañía y por ello es "injusto e incomprensible" el impuesto establecido por el Gabinete de Pedro Sánchez, que grava con un 1,2% las ventas.
"Considerar extraordinario un beneficio que se obtiene de un gran esfuerzo inversor y penalizarlo frente al que se dedica a importar productos de otros continentes sin crear un solo empleo industrial, es, además de injusto, incomprensible y perjudicial para la economía española", ha resaltado el directivo vasco. Según ha indicado con motivo de la presentación de resultados de la compañía, el debate social sobre los beneficios empresariales hay que ponerlo en contexto. Y evitar que se convierta en un dique para las inversiones.
"Los mensajes populistas solo sirven para dificultar la actividad empresarial, provocar desconfianza en los inversores, reducir la inversión y la actividad económica, disminuir la recaudación de impuestos y poner en riesgo el empleo industrial. Frente a estos mensajes, Repsol apuesta por un camino de responsabilidad con la sociedad", ha señalado.
Transición energética
Asimismo, ha resaltado que la transición energética que están haciendo Europa y España "debería ser una transición menos ideológica y más tecnológica; una transición que aborde cómo ser más sostenibles, pero también, cómo garantizar el suministro energético y una energía más barata y competitiva para los ciudadanos y empresas".
"Los altos precios energéticos que pagamos hoy no son solo consecuencia de la guerra de Ucrania. La escasez de productos energéticos ya existía antes. En Europa somos altamente dependientes de las importaciones porque los reguladores han preferido olvidar la necesidad de invertir en petróleo y gas y, también, en capacidad de refino", ha añadido. Imaz ha afirmado además que los precios energéticos se incrementan porque la demanda sube, "a la vez que, contrario a lo que dictaría la lógica, se imponen dificultades a la producción de algunos productos energéticos". "Los precios altos no son 'caídos del cielo', son consecuencia de las incorrectas decisiones adoptadas en Europa", ha afirmado.
El salario de Imaz
Por otra parte, Repsol ha informado sobre las retribuciones del consejero delegado y el presidente, Antonio Brufau. Josu Jon Imaz ganó el año pasado 4,13 millones de euros por el ejercicio de sus funciones, lo que supone un incremento del 3,5% respecto a los 3,99 millones de 2021, mientras que el presidente no ejecutivo de la compañía, Antonio Brufau, ganó 2,81 millones de euros, un 1,37% más.
En el caso del consejero delegado, del importe total de su retribución, la parte fija asciende a 1,2 millones de euros, la variable a corto plazo a 1,329 millones de euros y la variable a largo plazo a 970.000 euros. El resto hasta completar los 4,13 millones es por otros conceptos (282.000 euros en retribución en especie y por acciones percibidas en los programas de incentivo a largo plazo) y por pertenencia al consejo (177.000 euros) y a las distintas comisiones del máximo órgano de gobierno (otros 177.000 euros).