El talento es un bien escaso en un mundo cada vez más tecnológico que requiere un elevado número de perfiles cualificados, y conseguirlos se antoja una tarea titánica para las empresas. En este contexto ha nacido la startup Bibagu, que desde Donostia propone una alternativa innovadora que incorpora a la tradicional consultoría elementos más avanzados como el análisis de datos y las herramientas tecnológicas para avanzar tanto en la captación como en la retención de este talento.

La idea ha captado la atención de Lanzadera, la aceleradora de startups creada por el propietario de Mercadona, Juan Roig, que junto con otras 119 la ha elegido entre los 1.500 proyectos candidatos para impulsar su desarrollo. Un importante respaldo para una empresa que inició su andadura a finales de 2021 de la mano de David Larrinaga e Iñigo Matesanz con la colaboración de un tercer socio.

“Queríamos promover equipos motivados y productivos convencidos de que así se incrementaría el rendimiento de la empresa y podría captar y fidelizar su talento”, explica Larrinaga e incide en el carácter diferencial de esta iniciativa, dado que no se limita a ejercer la función de consultoría, sino que incorpora herramientas tecnológicas para conocer con más detalle el clima laboral y analizar los datos recibidos para establecer pautas de mejora.

Bibagu ha diseñado una plataforma para recoger la opinión de los trabajadores de una organización o de un departamento de empresa. Durante cuatro o seis semanas, envía a cada uno cinco preguntas al día relacionadas con alguna de las cuatro áreas establecidas. Larrinaga explica que una de ellas se refiere al mapa de la experiencia, donde se consulta al empleado sobre salud y bienestar, gestión de la organización, liderazgo, equipo de trabajo, productividad o conciliación laboral.

“Desarrollar acciones que impacten día a día generan un gran cambio en la empresa”

David Larrinaga - Cofundador de Bibagu

Un segundo apartado evalúa la reputación de la organización donde se pregunta a la persona de la plantilla si recomendaría su empresa para trabajar a un amigo o familiar. La tercera área estudia qué percepción tienen los consultados sobre el esfuerzo que realiza la empresa para mejorar la experiencia, mientras que el cuarto apartado analiza el estado de ánimo con preguntas referentes a la motivación, el estrés o el desánimo.

Retos

A partir de las respuestas, y con la ayuda del análisis de datos, la startup donostiarra identifica los puntos a mejorar y elabora unas pautas en colaboración con Arbola Consulting de Tolosa. Por lo general, Bibagu trabaja con el líder del equipo aunque también apuesta por implicar a sus integrantes en el proceso de mejora.

“Nosotros creemos en la corresponsabilidad”, explica Larrinaga, para añadir que si se le asigna toda la responsabilidad al líder puede interpretarlo como una nueva carga de trabajo y rechazarlo. Por este motivo, “cuando vamos a celebrar una reunión preparamos al líder, pero también pedimos al trabajador que reflexione sobre lo que se va a tratar” para que sus planteamientos sean efectivos.

Las principales lagunas que han identificado en las empresas con las que han trabajado son el desarrollo profesional, la gestión del estrés y la comunicación. Respecto a la trayectoria en el empresa, Larrinaga constata que “estamos acostumbrados a que la empresa ofrezca formación, pero es la misma para todos”. Los nuevos perfiles tecnológicos, sin embargo, aspiran a recibir un trato más específico que les permita avanzar en el conocimiento de las herramientas concretas que trabajan.

“Las prioridades son el desarrollo profesional, la gestión del estrés y la comunicación”

David Larrinaga - Cofundador de Bibagu

La sobrecarga de trabajo es otro de los problemas más habituales en el tejido empresarial, que en su extremo genera el efecto burnout o trabajador quemado muy extendido tras la pandemia de coronavirus. “Es uno de los temas que más trabajamos, porque vivir una situación de estrés durante un tiempo determinado no es malo, pero si se alarga genera desmotivación y frustración”, señala el socio de Bibagu.

Entre los líderes de equipo no es difícil encontrar este tipo de problemática, dado que en muchas ocasiones, según señala Larrinaga, han llegado a este puesto por ser buenos en su puesto de trabajo técnico, pero no tienen experiencia en la gestión de equipos, que se presenta como una carga más a realizar. “Ahí es donde Bibagu les va a acompañar, a decirles que son competentes y hacen bien su trabajo, pero no pueden llegar a todo y les ofrece una guía para que sepan priorizar y gestionar eficazmente su tiempo”.

La comunicación es otro de los campos que requiere de la intervención de Bibagu, no tanto entre los integrantes de un equipo sino entre los diferentes grupos de la organización.

Futuro

En su primer año de funcionamiento Bibagu ya ha trabajado con siete reconocidas empresas como Ikusi, DanobatGroup, Azti, Oribay Group, Ideko, Datik y Krean Group, cuatro de las cuales ya están utilizando su plataforma. David Larrinaga explica que comenzaron con el centro tecnológico Ideko con unos buenos resultados que les generó un nuevo proyecto con DanobatGroup para implementar un protocolo de acogida a los nuevos trabajadores.

En la actualidad, tienen un importante proyecto con Ikusi tras una prueba piloto en su planta de Bogotá para fidelizar el talento que ahora extenderán a los 800 trabajadores de las plantas de esta firma en España, México y Colombia. 

David Larriñaga, durante la conversación. Ruben Plaza

Las empresas comienzan a derribar barreras

La nueva situación laboral generada tras la pandemia de covid y la crisis de talento allanan el camino

El cofundador de Bibagu, David Larrinaga, ha observado un cambio en la mentalidad de las empresas originado por la pandemia de coronavirus y la crisis de talento. Los trabajadores “ha removido las sensaciones que tienen las personas en las empresas” y valoran aspectos al margen del salario, apunta Larrinaga, para añadir que el tejido empresarial es consciente de ello y, si antes no atendía tanto el bienestar del empleado y su trayectoria profesional, ahora lo hace. También están condicionadas por la escasez de perfiles cualificados, a los que hay que atraer mediante factores ajenos a la remuneración, “que se sobreentiende elevada”.

No obstante, Bibagu no plantea un cambio radical en el modo de funcionar de una empresa. “No se trata de proponer la solución perfecta, sino de diseñar un borrador, probarlo, ver cómo reaccionan los trabajadores, y de ahí modificarlo y mejorarlo”, explica su cofundador. Cree que las plantillas están habituadas a que se les consulte por el clima laboral y sus opiniones caigan en saco roto, o se recojan en un plan de acción que se elaborará el siguiente año “si llega”.

“En Bibagu somos más prácticos y pensamos que igual no se necesita un plan de acción anual, sino probar tres acciones para ver su resultado y poco a poco añadir otras”, indica Larrinaga, quien es de la opinión de que “desarrollar acciones que impacten día a día genera un gran cambio” en la organización empresarial. Incide en otro de los aspectos que la startup de Donostia valora y fomenta como es la transparencia.

Información

Así, gracias a la plataforma todos los trabajadores consultados pueden acceder a las respuestas que han dado sus compañeros a pesar de que, como admite Larrinaga, no todas las empresas están dispuestas a que esa información se comparta. “Nosotros defendemos que las organizaciones que entran en este proceso son empresas que quieren trabajar y mejorar la experiencia que están ofreciendo”, afirma.

Su público objetivo es la mayor parte del tejido empresarial porque, aunque Bibagu está enfocada a atender equipos tecnológicos, no solo las firmas de conocimiento avanzado necesitan estos profesionales, sino que la mayor parte de las empresas cuenta con un equipo tecnológico en la era de la digitalización