La consejera vasca de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha valorado que, un año después de la invasión de Rusia a Ucrania, la empresa vasca “sigue siendo dinámica, creciendo, haciendo inversiones en I+D y buscando la diversificación”, aunque ha admitido que una de las consecuencias del conflicto bélico ha sido una reducción de sus márgenes de beneficio.

Tapia ha reconocido que el inicio de la guerra generó una situación “muy compleja”, sobre todo para compañías vascas que tenían contratos con Rusia, por lo que la prioridad del Gobierno Vasco fue “atender a esas empresas y darles una solución muy concreta”.

"Las compañías vascas han superado mejor la situación de incertidumbre"

Arantxa Tapia - Consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente

Tras el primer golpe, llegaron los problemas de suministro de materias primas procedentes de Rusia, que además se encarecieron, y de Ucrania, como el cereal. En este contexto también se agudizó la crisis energética que ya se venía observando desde agosto de un año antes, tal y como ha recordado Tapia, lo que, unido a una desbocada inflación, generó “la tormenta perfecta”.

Sin embargo, la consejera de Desarrollo Económico considera que el tejido empresarial vasco ha mostrado músculo para afrontar estas dificultades, que se han saldado eso sí con una reducción de los márgenes empresariales, gracias a su respuesta.

DINAMISMO

“Se mantiene el hambre por seguir haciendo inversiones, adquirir nuevos contratos en otros ámbitos, diversificar el negocio y seguir siendo competitivos”, ha subrayado Tapia, quien ha añadido que estos factores han contribuido a que las empresas de la CAV “hayan superado mejor la situación de incertidumbre” creada hace ahora un año.

Aunque la guerra de Rusia en Ucrania tiene visos de no concluir en un corto plazo y la incertidumbre no se ha despejado pese a que la inflación está más contenida y China ha abierto sus fronteras, Tapia ha querido incidir en que “las previsiones apuntan a que no habrá una recesión” y ha mostrado su convencimiento de que el tejido productivo de Euskadi sabrá afrontar los obstáculos como lo ha hecho en otras crisis “y seguir creciendo”.