El presidente de Gestamp, Francisco Riberas, instó ayer al Gobierno español a acelerar el despliegue del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC), una iniciativa que si bien calificó de “muy positiva”, indicó que está teniendo “problemas” en su implementación.

Así lo señaló el primer ejecutivo de la compañía vizcaina durante su intervención en una mesa redonda sobre reindustrialización en España en el marco del Spain Investors Day, donde Riberas llegó a advertir de que, por culpa de esta falta de dinamismo en el despliegue del proyecto, podría no llegar a aprovechar de forma completa su potencial. “Es muy complejo”, resumió el presidente de Gestamp la gestión de este Perte. Por otro lado, Riberas también quiso recalcar la fuerza del sector de la automoción en España, así como su resiliencia tanto en la crisis financiera de 2008 como en la de la pandemia en 2020.

Asimismo, indicó que la industria automotriz se mueve hacia una situación especial de transformación en la que los vehículos eléctricos están en el centro. No obstante, recordó la necesidad de ser competitivos en otras áreas como los precios energéticos.

Por su parte, el presidente de Rovi, Juan López-Belmonte, incidió en la necesidad de impulsar el sector industrial en España de cara en transformar al país en un hub industrial de producción de medicamentos en Europa. De su lado, el consejero delegado de Indra, Ignacio Mataix, mostró especial atención a la captación de talento y a la necesidad de avanzar en digitalización y en otras áreas de movilidad. Mataix también se refirió a la importancia de impulsar la colaboración público-privada para tener una visión a largo plazo en las políticas, proyectos o programas, algo que, a su juicio, se consigue mediante una senda de “diálogo” y de “continuo apoyo” a la industria, un elemento que considera “clave”.

Por último, la presidenta del ICEX, María Peña, puso de relieve algunas de las virtudes de la economía española de cara a atraer la inversión extranjera. Entre otros incentivos, mencionó el tamaño del mercado español, su amplia red de talento y una legislación sólida.