La empresa hernaniarra Neumáticos Uria ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) la sentencia por la que un juzgado de lo Social de Donostia le condenaba a pagar 327.000 euros a un extrabajador afectado de cáncer de pulmón por una supuesta exposición a amianto. La empresa considera dicha sentencia "injusta y desproporcionada".

Según lamenta este martes la empresa en un comunicado, el juzgado ha tenido en cuenta un informe de Osalan, pero no un estudio del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo que constata que las operaciones de sustitución de piezas gastadas por repuestos se consideran "de escasa relevancia en cuanto a su posible contribución a la contaminación por fibras de la atmósfera de trabajo”.  Además, destaca que en los últimos 20 años, "no ha existido ninguna enfermedad profesional en la plantilla".  

La empresa destaca que la indemnización triplica otros casos con fallecimiento del trabajador cuando en este caso el empleado se ha curado de la enfermedad

Consideran "injusto" que se le sentencie por no acreditar que se realizara una evaluación de riesgos derivados de la manipulación del amianto "cuando realmente ningún Plan de Prevención de Riesgos contemplaba que hubiese el mínimo riesgo de contagiarse por amianto en los talleres". Asimismo, creen que se trata de una indemnización "absolutamente desproporcionada", ya que "triplica" las que han ordenado otros fallos judiciales en los que el demandante ha fallecido. "El demandante no solo no ha fallecido, como erróneamente recoge la sentencia hasta en dos ocasiones, sino que se ha recuperado de su enfermedad", subrayan.

Finalmente, apuntan que se trata de una sentencia "insolidaria", ya que el fallo condena a las tres empresas en las que trabajó el afectado durante toda su vida laboral, "pero, al estar cerradas las otras dos se ha condenado a pagar de forma solidaria toda la cantidad a Neumáticos Uria". 

Para Neumáticos Uria, este tipo de sentencias suponen "un duro golpe al sector del mantenimiento de vehículos, formado en su mayoría por pequeños talleres familiares”, y “pueden abocar al cierre de muchos negocios que no puedan hacer frente a las indemnizaciones"