El grupo cooperativo Ulma se plantea abandonar la Corporación Mondragon al constatar que una de las ponencias que la alianza cooperativa presentará en su próximo congreso del 15 de noviembre propone cambios “importantes” que no son compartidos por Ulma y pone en riesgo su identidad.

El Grupo Mondragon, por su parte, afirmó no haber recibido notificación oficial alguna sobre esta decisión por lo que no pudo realizar ninguna valoración. En conversación con este diario, afirmó su deseo de que tanto Ulma como Orona “visualicen su futuro” en el seno de la alianza cooperativa.

ULMA tiene nueve negocios que facturan cerca de 900 millones y están presentes en 81 países

La posibilidad de que el grupo con sede en Oñati se separe de Mondragon se conoce días después de que también se confirmara que otra cooperativa de la alianza, Orona, estudia salir de la corporación cooperativa con base en Arrasate, por el mismo motivo, esto es, las discrepancias con algunas de las decisiones adoptadas por los órganos de gobierno del Grupo Mondragon.

En el caso del Grupo Ulma, según informa Goiena, el Consejo de Dirección y el Consejo General que reúnen a los responsables de los nueve negocios con los que cuenta la cooperativa han aprobado por unanimidad un documento que busca una solución “sostenible y positiva” para ambas entidades.

El texto recoge el apoyo a “la identidad de Ulma” sin rechazar el “fortalecimiento del movimiento cooperativo”. Este documento será dado a conocer en las sucesivas reuniones que los órganos de dirección del Grupo Ulma ha previsto celebrar a partir de la próxima semana en todos los negocios.

Los trabajadores de estas cooperativas, algunos de los cuales no conocían el cuestionamiento del grupo cooperativo de abandonar la Corporación Mondragon, serán informados del contenido de la propuesta dado que son ellos los que deberán votar en asamblea la conveniencia o no de iniciar un nuevo camino fuera de la alianza cooperativa o permanecer en ella.

En estas sesiones se dará a conocer el contenido de la propuesta que Mondragon tiene previsto plantear en el congreso del 15 de noviembre y que ha recibido una opinión contraria por parte de los órganos de gobierno del Grupo Ulma y se tratará de consensuar una propuesta propia sin descartar la salida de la alianza presidida por Iñigo Ucin.

Si se materializa la posibilidad de que tanto Orona como Grupo Ulma salgan de la alianza cooperativa, Mondragon perdería a dos importantes empresas por sus dimensiones y su reconocimiento a nivel mundial. Con nueve negocios que emplean a alrededor de 5.500 personas, el Grupo Ulma tiene actividad en un amplio número de sectores como los servicios de mantenimiento, la construcción, la logística, la agricultura, la arquitectura, el embalaje y los bienes de equipo.

Su presencia internacional es fuerte dado que dispone de representación en 81 países de todo el mundo con una actividad que factura al año en torno a 900 millones de euros.

Por su parte, Orona es el quinto fabricante de ascensores de Europa con una cifra de ventas que el pasado año se situó en 832 millones de euros. Su presencia internacional también es fuerte, con actividad en un centenar de países.

La decisión de Ulma es consecuencia de las discrepancias con el Grupo Mondragon desde el congreso celebrado en 2016, en el que se aprobó la creación de dos nuevos fondos que son la base principal del nuevo modelo de financiación intercooperativa cuyo objetivo es afianzar la solidaridad entre todos los socios, pero asegurando que las inversiones se realizan en negocios rentables y sostenibles.

Nuevo modelo

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Esta cita fue de gran calado porque representó el diseño de un nuevo modelo con el objetivo, según señaló el Grupo Mondragon en aquella ocasión, de reforzar la posición competitiva de las cooperativas impulsando sus proyectos empresariales, facilitar a las compañías su expansión y crecimiento en el mercado global y propiciar el desarrollo armónico de las cooperativas alisando la influencia de los ciclos económicos y homogeneizar solidariamente las retribuciones de los trabajadores.

Como herramienta, la alianza planteó la distinción entre proyectos tractores que, por su dimensión y orientación estratégica, pueden disfrutar de un mayor nivel de autonomía dentro del grupo, y los proyectos a potenciar y transformar, que consisten en aquellos potenciados por divisiones o cooperativas que requieren un apoyo específico para avanzar o consolidarse.