El Gobierno Vasco ha invertido 7 millones de euros en la cooperativa guipuzcoana Ulma Inversiones a través del Instituto Vasco de Finanzas. El Instituto participará como socio colaborador en Ulma Inversiones, que pertenece al Grupo Mondragon, con una aportación de capital social por importe de 60,10 euros y la suscripción de una aportación financiera subordinada por importe de 7 millones de euros, tal y como publica hoy el Boletín Oficial del País Vasco.

Esta operación se acordó el 7 de mayo de 2021 en el consejo de administración del Instituto Vasco de Finanzas y se plasmó en un decreto aprobado el 28 de diciembre por el Departamento de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco.

Fuentes de este departamento han explicado que esta operación persigue el objetivo de "reforzamiento de fondos propios" de las sociedades cooperativas, que padecen un "problema estructural de no poder fortalecer sus fondos propios, puesto que no están autorizadas a emitir acciones y no pueden acudir a los mercados de valores".

El Gobierno Vasco entiende que la imposibilidad de las cooperativas de recurrir a estos instrumentos reduce su competitividad, ya que tienen "limitaciones para reforzar su solvencia financiera y consecuentemente atraer a inversores internacionales".

Esta operación no está relacionada con otras inscritas en fondos como Finkatuz, cuyo objetivo consiste en adquirir participaciones financieras en grandes empresas, sino que se inscribe en la actividad ordinaria del Instituto Vasco de Finanzas.

ALTERNATIVAS DE FINANCIACIÓN

ALTERNATIVAS DE FINANCIACIÓNEl Grupo Ulma, sin embargo, sí ha recurrido a otras vías alternativas a las tradicionales para obtener financiación para sus proyectos, ante los costes que implica obtener recursos de las entidades financieras.

Así, en septiembre de 2018 se convirtió en el primer grupo cooperativo en recurrir a la emisión de deuda a través del Mercado Alternativo de Renta Fija MARF por un saldo vivo máximo de 50 millones de euros.

La experiencia fue positiva y un año después, en septiembre de 2019, volvió a utilizar esta vía con la colocación de bonos por valor de 100 millones de dólares (87,63 millones de euros) en un plazo de tres años con una respuesta similar, dado que en un corto espacio de tiempo consiguió formalizar la mitad del total previsto para el trienio, un total de 50 millones de euros a doce años, con una vida media de diez años.

La necesidad del Grupo Ulma de dotarse de una fuerte estructura financiera para hacer frente a su proceso de expansión y desarrollo le llevó también en 2018 a recurrir al Banco Europeo de Inversiones BEI, con quien firmó un préstamo de 26 millones de euros con un vencimiento de 10 años.

Según explicó entonces el grupo cooperativo con sede en Oñati, la financiación del BEI se destinó a invertir en zonas de convergencia ubicadas en España y Polonia con el objetivo de aumentar y modernizar su flota de equipamientos y maquinaria de alquiler para la construcción