El encarecimiento que registra el gas natural desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania -ahora suavizado por la acumulación de stock y la falta de frío- está provocando un aluvión de consultas y solicitudes de consumidores para cambiarse a la tarifa TUR, regulada por el Gobierno y más competitiva que las del mercado libre. En este sentido, se han multiplicado las peticiones que han recibido desde que comenzó octubre las cuatro comercializadoras de gas de último recurso o tarifa regulada (Naturgy, Endesa, Iberdrola y TotalEnergies) para acogerse a ella, tanto de clientes propios como de consumidores que hasta ahora estaban en el mercado libre con otras compañías.

Concretamente, según han confirmado fuentes del mercado, alguna de las compañías del sector está llegando a recibir el doble de peticiones de traslado a la TUR respecto a lo que venía recibiendo antes de verano. Estos movimientos en el mercado coinciden con la decisión del Gobierno de crear una TUR específica para las comunidades de vecinos, que hasta ahora no se podían acoger al mercado regulado por superar el consumo máximo anual permitido.

TRES CLASES

La Tarifa de Último Recurso (TUR), en funcionamiento desde 2008, es similar a la tarifa regulada o PVPC del mercado eléctrico, aunque está menos expuesta a las variaciones del mercado y ofrece condiciones económicas incluso más ventajosas . Actualmente existen tres tarifas TUR diferenciadas por el consumo anual, a las que se ha sumado hace unos días la TUR de Ahorro Vecinal, que permitirá que 1,7 millones de hogares de comunidades con caldera de gas centralizada se beneficien de los precios topados del mercado regulado. A diferencia de su homóloga eléctrica, que está indexada al precio diario que marca el mercado mayorista, la TUR se revisa de forma trimestral por el Gobierno, que fija el incremento que sufrirá esta tarifa para los próximos meses atendiendo a la cotización del gas en los mercados internacionales.