El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, se ha mostrado crítico con el modelo de transición energética que se está desarrollando en el ámbito de la movilidad al advertir de que la "apuesta a una carta", en referencia a la electromovilidad, no resuelve el problema de la dependencia del petróleo, sino que lo traslada a las tierras raras, además de poner en peligro el futuro de la industria vasca de la automoción.

Imaz ha participado en la colocación de la primera piedra del polo de descarbonización que impulsan Petronor y Repsol en el Puerto de Bilbao y que forma parte del Corredor Vasco del Hidrógeno con una intervención en la que ha alertado del error de centrar en la electricidad el futuro de la movilidad sostenible, sin tener en cuenta otras alternativas como el hidrógeno o los aceites reciclados y vegetales.

Según ha explicado, la electromovilidad puede resolver la dependencia europea del petróleo, pero requiere de componentes que se fabrican con tierras raras, cuyo suministro mayoritario se encuentra en China, de manera que no se elimina "la dependencia geopolítica". Por este motivo, ha defendido el impulso de estrategias que apuesten por "hacer nuestra propia energía con recursos que tengamos aquí en Europa".

"Descarbonizar son es electrificar", ha avisado, aunque ha matizado que también hay que fomentar la energía eléctrica pero conociendo sus límites. Así, ha subrayado que gran parte de las actividades no se pueden electrificar tecnológicamente, como es el caso de los aviones, los barcos, la química o el sector del cemento.

Además, ha advertido de que "dar saltos en el vacío" puede cerrar el sector de la automoción porque no toda la sociedad puede adquirir un coche de precio por lo general más elevado. "La automoción necesita combustibles que descarbonicen los coches, pero que permitan que la gente los siga comprando, que se sigan fabricando y que tengamos una industria que fabrique componentes de automoción", ha afirmado.

En este punto, ha recordado que en Euskadi la automoción es un sector con un importante peso y su decaimiento representaría un fuerte golpe a la industria vasca, el principal bastión según ha dicho del desarrollo económico vasco al figurar como la actividad que ofrece empleos de mayor calidad al tiempo que impulsa los avances tecnológicos y la innovación. Todo ello desemboca en la garantía del estado del bienestar por lo que, a su juicio, resulta necesario contemplar otras alternativas para la movilidad sostenible.DEMOCRATIZACIÓN

En este sentido, Josu Jon Imaz ha lamentado que las ayudas europeas se destinan al segmento de los coches eléctricos "que solo pueden comprar los que más recursos tienen" lo que, en su opinión, convierte la movilidad sostenible en "una transferencia de renta de los pobres a los ricos".

"Hay que descarbonizar con justicia social", ha señalado el consejero delegado de Repsol, quien ha instado a actuar también sobre líquidos que pueden ser empleados por los motores y por la industria para que no tengan emisiones de CO2, como los aceites reciclados, los aceites vegetales, las grasas animales o el hidrógeno.

Junto con una democratización de la descarbonización, Imaz ha pedido que se reduzcan las emisiones de CO2 "de verdad" porque, en su opinión, en la actualidad este proceso no se produce. Así, ha afirmado que Europa disminuye sus emisiones de gases contaminantes a la atmósfera a costa de otras zonas geográficas.

Ha explicado que el sector del acero y del cemento chino emiten más CO2 que el conjunto de Europa, y las economías europeas comercian con estos sectores de actividad por lo que fomentan que sigan contaminando la atmósfera.

"Esto no arregla el tema del planeta, simplemente mete las emisiones debajo de la alfombra", ha lamentado. Ha opuesto esta actitud con la filosofía del nuevo polo impulsado por Repsol y Petronor cuya primera piedra se ha puesto hoy porque, según ha dicho, contribuye a una descarbonización real de todo el mundo al impulsar técnicas "pioneras en el mundo" para producir combustibles limpios con el agua y el CO2 retirado de la atmósfera como materias primas.