- La tormenta perfecta e inédita del covid elevó el año pasado el tono de la prudencia a la hora de diseñar los presupuestos vascos de 2021 y dejó una cifra para la historia: un límite de endeudamiento de 2.552 millones de euros. Un escudo en toda regla ante los gastos que pudiera generar la pandemia en todos los frentes, con el sanitario y la recuperación económica a la cabeza. El ritmo de la recaudación -que ha sido mayor del previsto-, los remanentes de años anteriores, la gestión interna del Gobierno Vasco y la llegada de fondos de reactivación por parte del Estado han permitido a Euskadi ahorrarse de momento más de la mitad del endeudamiento legal establecido.

En concreto, entre enero y noviembre, Lakua ha realizado dos emisiones de deuda pública por valor de 1.165 millones de euros, un 45% del total presupuestado. El objetivo era disponer de lo estrictamente necesario y no agotar el límite, que tenía un fuerte barniz preventivo. De momento se ha parado la máquina en abril.

Fuentes del Departamento de Economía y Hacienda explican que todavía no han evaluado si será necesario recurrir al endeudamiento durante este mes. El Gobierno español ha decidido ahorrarse la última emisión prevista del año, aunque en la CAV no se ha descartado todavía.

Con todo, parece poco probable que Euskadi emita deuda o solicite algún préstamo a tenor de la buena campaña de recaudación de este año. Los ingresos de las haciendas forales vascas ha crecido un 15,5% hasta octubre, cuando se estimaba un incremento de algo más de un 2%. Según la última revisión de las previsiones, realizada a mediados de octubre, el repunte final de este año rondará el 12%, pero incluso en ese caso seguiría siendo un avance muy superior al fijado como objetivo. La meta inicial, 14.250 millones de euros, es la base sobre la que se han elaborado los presupuestos de este año y en estos momentos se prevé alcanzar los 15.580 millones de euros. Lo que supondría fondos extraordinarios de 1.330 millones. Siendo capítulos diferentes, si no hay más emisiones de deuda en el año el ahorro de Lakua sería de 1.387 millones, un cifra muy similar .

La cuenta no es tan sencilla, porque los ingresos extra que se van a registrar este año se repartirán entre las administraciones vascas. Sin embargo, sí sirve como referencia del margen del que ha dispuesto el Gobierno Vasco para frenar el endeudamiento inicialmente presupuestado. Se ha parado la calculadora antes de tiempo cuando había un riesgo real de un incremento récord de la deuda viva. En la última crisis, el endeudamiento efectivo desbordó todas las previsiones en 2009, cuando el límite estaba fijado en 576 millones y se alcanzaron los 1.411 millones en diciembre.

Los números de 2010 fueron más elevados: un margen de 2.042 millones del que su consumió prácticamente su totalidad, 1.893 millones. A partir de entonces, a pesar de que la constante ha sido no agotar todo el límite, la deuda viva no ha parado de crecer. La situación cambió en 2019, cuando se formalizaron emisiones y créditos por valor de 871 millones. Lo que apuntaba a un cambio de ciclo se frustró con la pandemia el año pasado.

Todo este baile de cifras ha disparado la deuda viva del Gobierno Vasco hasta límites desconocidos. Lakua tenía en 2008 unas obligaciones con sus prestamistas de 492 millones y el año pasado superó los 10.000 millones. De modo que haber parado la cuenta muy lejos del límite este año proporcionará un colchón de cara a ejercicios posteriores.

La previsión de endeudamiento en el proyecto de presupuestos del Gobierno Vasco es de 1.429,6 millones de euros. Además, será necesario amortizar deuda por valor de 929 millones. Hay tela que cortar también en 2022, si bien hay aspectos que alimentan el optimismo. Entre ellos la previsión de recaudación, que superará por primera vez los 16.000 millones, y la llegada de los fondos europeos de reactivación de la economía.