La tasa de crecimiento del PIB vasco rondará el 6% en 2022 y Euskadi crecerá en 2021 "sensiblemente" por debajo de ese 6%, según las últimas estimaciones de Laboral Kutxa. La entidad rebajará de nuevo su previsión de crecimiento de la economía vasca tras el parón registrado este tercer trimestre, aunque "no se ha perdido crecimiento sino que se retrasa". A la luz de los datos del tercer trimestre, la cifra del 6,3% estimada el pasado junio "deberá ser corregida a la baja".

En noviembre de 2020, la entidad financiera situó en el 7% el crecimiento de 2021 y ya en verano lo redujo en un punto, hasta el 6% para el presente ejercicio y que, ahora, y tal y como ha adelantado su director de Estudios Joseba Madariaga, tendrá que ser corregida "sensiblemente a la baja", por debajo de ese 6% para su balance anual previsto para mediados de diciembre.

En todo caso, de cara a 2022, Madariaga apenas ha reducido en tres décimas su previsión de crecimiento del 6,3% estimada en verano y, tal y como ha señalado el responsable de estudios de la entidad vasca, "perfectamente, el crecimiento del PIB vasco estará en ese 6%".

Madariaga ha adelantado estas estimaciones durante su intervención junto al responsable de Estudios de CaixaBank, Oriol Aspachs, en el tradicional encuentro anual de perspectivas económicas para el próximo año organizado por la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, ADYPE, que ha tenido lugar este miércoles en Torre Iberdrola de Bilbao.

Los responsables de Estudios de ambas entidades prevén un crecimiento moderado del PIB tanto en Euskadi como en el Estado, en un contexto marcado por la incidencia de la pandemia, la vacunación, la crisis de suministros y los precios de la electricidad y, que, en todo caso, estarán condicionadas por el ritmo de vacunación y las posibles nuevas olas de la pandemia.

Con relación a las expectativas despertadas por la llegada de los fondos de recuperación europeos Next, Madariaga ha afirmado que, desde su perspectiva, se anticipan problemas de cara a su gobernanza. En este sentido, Madariaga ha reivindicado el papel que deben jugar las comunidades autónomas en ese reparto porque son ellas las que tienen un conocimiento mayor de las necesidades del entramado empresarial de cada territorio.

"Sería deseable y mejor una mayor coordinación", ha apuntado, para añadir que, respecto a las empresas, y teniendo en cuenta el esquema de pymes de Euskadi, ha manifestado que esa financiación y esos fondos, "tienen que calar también a ellas por lo que hay que ayudar a que sean capaces de acceder a esos fondos, aunque a veces no sea sencillo porque se requiere tener diseñados y formulados unos proyectos coherentes que entren con los objetivos transversales".

En este punto ha pedido a las administraciones y entidades financieras a animarlas a solicitar esos fondos, en especial, la entidades para apoyarlas financieramente para que puedan acceder y presentar proyectos.

En lo que respecta a Euskadi, Joseba Madariaga ha advertido que "la recuperación de la economía vasca lleva cierto retraso con respecto a la de la Eurozona", tal y como refleja el dato de avance del tercer trimestre publicado por Eustat, que sitúa el PIB aproximadamente un 5% por debajo de los datos previos a la pandemia.

Los elementos de incertidumbre afectan especialmente a la economía vasca, con "un sector industrial castigado por el retraso en la recuperación de las exportaciones y el alza de los precios". Por contra, el sector servicios mostró en el tercer trimestre una importante recuperación de la cifra de negocios, aunque "aún queda recorrido en lo que respecta al indicador de empleo". En cambio, el comercio minorista tuvo un comportamiento marcadamente negativo.

Análisis del escenario europeo

Madariaga ha iniciado su intervención analizando el escenario europeo, donde la economía ha experimentado una recuperación muy importante a lo largo del año en curso. Así, en el tercer trimestre de 2021, el PIB de la Eurozona se encuentra un 0,5% por debajo del valor previo a la pandemia, mientras que la tasa de paro del 7,5% está ya por debajo de la media de 2019.

En este punto, ha alertado de que "el panorama económico no está exento de elementos que aportan un cierto nivel de incertidumbre", como son la nueva ola de la COVID-19 en Europa -que podría traer consigo nuevas restricciones-; la inflación, causada en gran parte por la escalada de los precios de la energía, o los problemas derivados de la escasez de suministros, con especial incidencia en sectores como el del automóvil o el electrónico.

En cualquier caso, estos riesgos están mayormente "relacionados con la pandemia", por lo que teniendo en cuenta las elevadas tasas de vacunación, el cierre de la caída del PIB con respecto a la situación prepandémica y el soporte fiscal de que dispone y dispondrá la economía europea, tanto este año como el próximo "el entorno se presenta apto para el crecimiento". Máxime cuando el año que viene "se producirá una aceleración gracias a los Fondos de Recuperación".

Así, el director de Estudios de Laboral Kutxa ha apuntado que "las expectativas de crecimiento del PIB para 2021 se cifran en un 5%, y para 2022, en un 4,3%".

Economía mundial

Por su parte, el director de Economía Española en Caixabank, Oriol Aspachs, ha iniciado su exposición con un análisis de las perspectivas de la evolución de la economía mundial, que cerrará este año con un crecimiento en el entorno del 6%, con un mayor dinamismo en los países emergentes.

Todo ello en "un escenario aún marcado por las consecuencias de la pandemia y el impacto de la vacunación". No obstante, a nivel global "persisten las tensiones inflacionistas en las primeras fases de la cadena productiva" y se observan importantes "incrementos en los precios de producción", afectados también por los elevados costes energéticos.

Aspachs ha incidido especialmente en el caso de China, que ha experimentado un débil crecimiento en el tercer trimestre (4,9% interanual), motivado por la COVID-19, los cuellos de botella en la distribución de mercancías, los recortes en el suministro eléctrico, y también por el caso del gigante inmobiliario Evergrande.

Aun así, CaixaBank prevé una ligera recuperación en el cuarto trimestre y que el país asiático cierre 2021 con un crecimiento del 8,3%.

Previsiones en el Estado

Ya en el Estado, CaixaBank prevé que el PIB prosiga la senda de la recuperación, pero "con menor vigor de lo que se esperaba", en un contexto de ligero repunte de los indicadores epidemiológicos y de inicio de administración de la tercera dosis de la vacuna.

Así, la economía española cerrará este ejercicio con un crecimiento del PIB por encima del 4%, mientras que "no será hasta finales de 2022 cuando se recupere el nivel previo a la pandemia", ha explicado Aspachs. Este moderado crecimiento del PIB contrasta con el empleo, que ya ha recuperado los niveles prepandémicos.

Al igual que en Europa y el resto del mundo, el Estado afronta una inflación al alza, impulsada por los precios de la electricidad. Y los problemas de suministro junto el encarecimiento de las materias primas "moderarán el ritmo de crecimiento del último trimestre del año".

Finalmente, Oriol Aspachs ha destacado los Fondos NextGeneration y la recuperación del turismo como elementos clave para la recuperación económica en 2022.