Las personas mayores en Euskadi asumen una orientación inversora de mayor riesgo que las personas jóvenes en las EPSV con planes de previsión, ya que son las personas de mayor edad quienes, en proporción, mantienen una mayor exposición a la renta variable, mientras que las personas más jóvenes tienden a optar por estrategias más conservadoras.

Este es uno de los datos destacados que ha hecho públicos este martes el Observatorio de la Previsión Social Complementaria del País Vasco, que refleja que la estructura de inversión de las EPSV continúa estando dominada por la renta fija.

Al respecto, ha indicado que en torno a la mitad del patrimonio total de los planes de previsión se mantiene en este tipo de activos, especialmente en los planes de empleo, donde "el perfil de riesgo medio es claramente mayoritario". Incluso en los planes individuales, que ofrecen una mayor diversidad de opciones, la inversión se concentra en carteras prudentes o moderadas, con una presencia limitada de renta variable directa.

La estructura de inversión de las EPSV continúa estando dominada por la renta fija. E.P.

Menores de 36 años, renta fija mixta

Analizados los datos por tramos de edad, el observatorio expone que el comportamiento resulta especialmente significativo. Aunque es lógico que, a medida que se aproxima la jubilación, las personas reduzcan el riesgo de sus inversiones para proteger el capital acumulado, los datos muestran que "las personas menores de 36 años no están aprovechando plenamente la ventaja que les ofrece su largo horizonte temporal".

Según ha trasladado, la gran mayoría de las personas jóvenes se concentra en planes de renta fija mixta, en los que la exposición a renta variable no alcanza el 30%, y sólo una minoría opta por estrategias claramente orientadas a la renta variable. Históricamente, apenas un pequeño porcentaje de este colectivo ha elegido las opciones de mayor riesgo, si bien en el último ejercicio se observa un ligero repunte que, aun así, no altera el predominio de los perfiles conservadores.

El informe señala que este comportamiento contrasta con el de los grupos de mayor edad, que, en términos relativos, muestran una presencia más elevada en carteras con renta variable. El resultado es un escenario en el que las diferencias generacionales en la orientación inversora son menores de lo que cabría esperar, y en el que jóvenes y personas próximas a la jubilación presentan patrones de inversión "sorprendentemente similares".   

Educación financiera

Por ello, el Observatorio de la Previsión Social Complementaria del País Vasco ha señalado la necesidad de "reforzar la información y la educación financiera en materia de previsión social", especialmente entre los colectivos más jóvenes. A su juicio, explicar de forma sencilla la relación entre horizonte temporal, riesgo y rentabilidad, así como promover revisiones periódicas de la estrategia de inversión, puede contribuir a una toma de decisiones más alineada con los objetivos de ahorro a largo plazo.

Tal y como ha trasladado, la paradoja actual en la orientación inversora de las personas jóvenes no es sólo un dato estadístico: es "una llamada a mejorar la información, el diseño de los productos y la cultura financiera, para asegurar un futuro más sólido y equilibrado para las próximas generaciones".

El Gobierno vasco, y más concretamente la Dirección de Política Financiera y Previsión Social, puso en marcha en 2022 el Observatorio de la Previsión Social Complementaria del País Vasco para monitorizar y analizar la situación de las pensiones y los sistemas de previsión complementaria (como las EPSV). Con ello, busca asegurar una visión global de su evolución, fomentar la reflexión entre actores y anticipar cambios, centrándose en retos como el envejecimiento y la suficiencia de las pensiones futuras, y promoviendo la información y la reflexión para un mejor futuro de las pensiones vascas.