on la mirada puesta en el año 2035, fecha a partir de la cual en Europa ya no se comercializarán automóviles nuevos con motores de combustión, y la de 2050 como el final de su vida útil, los fabricantes han comenzado la cuenta atrás para dar con la o las soluciones de movilidad que sustituyan a los motores de gasolina, gasóleo y gas actuales y nos introduzcan en un idílico mundo sin emisiones contaminantes. Al margen del coste laboral y social que va a implicar la renuncia a los propulsores que han garantizado los desplazamientos privados durante más de un siglo -la pérdida de empleos en la fabricación y mantenimiento de los futuros coches va a ser más que considerable-, todavía se ciernen muchas dudas sobre los grupos motrices del mañana. Está claro que no lanzarán gases contaminantes al medio ambiente, pero todavía no está totalmente definido si serán exclusivamente eléctricos o por el contrario el hidrógeno, también con cero emisiones, será una alternativa viable a la más que creciente proliferación de turismos eléctricos alimentados por baterías.

BMW, por su parte, apuesta por las dos líneas de trabajo. De hecho, este verano ha comenzado las pruebas en las carreteras europeas de los primeros prototipos con hidrógeno. Los BMW i Hydrogen Next, según explica la marca alemana, "examinarán la eficacia con la que el tren motriz libre de CO2, la tecnología de chasis específico del modelo y los sistemas electrónicos de los vehículos funcionan juntos en condiciones reales". El BMW i Hydrogen Next es un vehículo eléctrico puro que utiliza hidrógeno como combustible convirtiéndolo en electricidad en una pila de combustible y que tendrá su traslación a la fabricación en serie a finales de 2022 sobre la base del BMW X5. Se trata de "una tecnología que podría convertirse en una alternativa atractiva a los trenes de accionamiento eléctrico con batería, especialmente para los clientes que no tienen su propio acceso a la infraestructura de carga eléctrica o que con frecuencia conducen largas distancias, y especialmente en las clases de vehículos más grandes".

Como es sabido, "una de las mayores ventajas de esta tecnología es que, al igual que el depósito de combustible de un modelo con motor de combustión convencional, el tanque de hidrógeno también se puede llenar en tres o cuatro minutos con un combustible que garantiza un alcance de varios cientos de kilómetros en todas las condiciones climáticas". Este programa intensivo, que se desarrolla en condiciones de conducción reales y durante miles de kilómetros, ayuda a los ingenieros de desarrollo a validar la eficiencia, seguridad, comodidad y fiabilidad de todos los componentes, al tiempo que a garantizar el característico placer de conducción de los modelos BMW.

En este sentido, y como cabía esperar, el nivel de prestaciones estará a la altura de lo previsible en el fabricante alemán, por lo que dispondrá de un registro de potencia equiparable al motor de gasolina de seis cilindros de BMW más potente de la actualidad, con un total de 374 CV, aunque con la ventaja adicional respecto al propulsor de combustión tradicional de que el de hidrógeno tan sólo genera vapor de agua.

El compromiso de BMW con el respeto medioambiental también se extiende a otros ámbitos. Así, el constructor germano recuerda que es "el primer fabricante de automóviles de todo el mundo en equipar sus vehículos con neumáticos sostenibles utilizando caucho natural y rayón certificados". Igualmente, en su batalla contra las emisiones se ha propuesto "reducir las de CO2 para 2030 en más de 200 millones de toneladas, el equivalente a más de veinte veces las emisiones anuales de CO2 de una ciudad como Munich o Barcelona". También logró rebajar sus objetivos de 104 gramos por kilómetro de CO2 a 99 en su flota europea al cierre de 2020. Todos estos progresos reflejan "el firme compromiso con la sostenibilidad como piedra angular del modo de ser de la compañía en todas las fases y procesos, desde la fabricación, pasando por el uso hasta el reciclaje final".

El fabricante alemán prueba en condiciones de uso real la viabilidad del hidrógeno como alternativa a los automóviles eléctricos puros

BMW se apunta al hidrógeno con un futuro X5 de 374 CV que promete cero emisiones y sin las limitaciones de carga y autonomía eléctricas