El sector de la máquina herramienta sufrió una abrupta caída el pasado ejercicio del 20% pero los síntomas de recuperación detectados en el último trimestre del año y el dinámico inicio del presente ejercicio elevan las expectativas hacia una reactivación en este ejercicio, cuando prevé crecer un 15%. No será, sin embargo, hasta 2022 cuando experimente una recuperación de sus niveles de facturación a niveles previos de la pandemia de coronavirus.

AFM, la asociación que agrupa a las empresas de este sector a nivel estatal aunque la mayor parte se ubican en Euskadi, ha asegurado "afrontar con optimismo pero con respeto" el futuro durante la presentación de los resultados de 2020 y las perspectivas para este año con motivo de la asamblea anual que celebrará el próximo viernes, 14 de mayo.

Su presidente, César Garbalena, y su director general, Xabier Ortueta, han apuntado que la capacidad de aguante de este sector industrial durante el difícil ejercicio del covid-19 les sitúa en una buena posición para dar la vuelta a las pérdidas, ayudado de una mejor situación de la economía internacional.

Las estimaciones apuntan a un crecimiento de la producción de 15 puntos este año y la mitad, un 7,5% para 2022 y llegar de este modo a trabajar a niveles más habituales en la máquina herramienta. Los pedidos incluso tendrán una evolución más positiva puesto que, tras caer un 23,5% el pasado año, en el presente pueden experimentar un aumento de 25 puntos, por encima de la producción.

AFM se basa para realizar estas previsiones en la mejoría general de la economía mundial, dado que su porcentaje de exportación es muy alto. Incluso en un año tan duro como el de la pandemia las empresas de este sector lograron vender en el exterior el 76% de lo que produjeron. Por este motivo, hay varios factores que empujarán la actividad de la máquina herramienta. César Garbalena ha citado el fortalecimiento de la economía china, las políticas impulsadas por el nuevo presidente de Estados Unidos Joe Biden, y los fondos Next Generation de la Unión Europea.

A nivel interno, el presidente de AFM ha valorado los planes Renove a la industria que impulsan los gobiernos vasco y español para ayudar a las empresas a adaptar sus equipamientos a los nuevos retos que exige el proceso de digitalización en el que se ven inmersas y que, según ha dicho, van a tener que reforzar tras una crisis sanitaria y económica que paralizó las inversiones para fijar todos los esfuerzos en el mantenimiento de la actividad y el empleo.

BALANCE 2020

En este sentido, Xabier Ortueta ha afirmado que la máquina herramienta ha sabido sobrellevar la difícil coyuntura vivida en 2020. Ha explicado que en los meses más duros, entre marzo y mayo, las firmas del sector se dedicaron a fabricar los encargos que tenían con anterioridad. El momento en el que comenzaron a agotarse, ha señalado, coincidió con la recuperación de cierto dinamismo en el mercado lo que permitió captar más encargos.

No obstante, los resultados correspondientes al pasado año reflejan fuertes caídas de ventas del 19,65% "en consonancia con las registradas a nivel mundial", ha añadido el director general de AFM, que ha cifrado el descenso de esta producción mundial en un 19,18%. El retroceso, además, afectó de manera similar a las dos principales actividades del sector, la deformación y el arranque, con caídas del 22% y del 19% respectivamente.

Las exportaciones, por su parte, también se vieron muy afectadas por el parón de la actividad a nivel internacional con un descenso del 22%. A este respecto, César Garbalena ha constatado que este año se ha detectado un significativo cambio en los países destino de la fabricación de la máquina herramienta porque Alemania se ha visto desplazada por China como primer comprador.

Las ventas en el mercado interior se redujeron un 13,4% en 2020, un año en el que su consumo de máquina herramienta cayó un 31%.

DESAFÍOS

El presidente de AFM ha avanzado que uno de los principales desafíos a los que se enfrenta el sector es volver a retomar el contacto con los clientes. En una primera fase de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus el reto fue adoptar medidas de flexibilidad para poder mantener las plantillas, mientras que esta necesidad se vio sustituida en un segundo momento por la obtención de la liquidez requerida para proseguir con la actividad.

Superados estos dos problemas, en la actualidad el desafío se encuentra en poder volver a viajar para vender, instalar equipos y garantizar su mantenimiento, según ha señalado Garbalena. A ello ha añadido la necesidad de seguir apostando por la digitalización y, en este punto, ha recordado que AFM ha presentado un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica PERTE por valor de 245 millones de euros.

Las personas también se encuentran entre los factores claves de la máquina herramienta. Tras un complicado 2020 en el que el sector perdió el 5% de la mano de obra, el corto plazo exige recuperar talento además de encontrar nuevos perfiles cualificados.