- La concienciación y apoyo a nuevas iniciativas empresariales centrarán el trabajo de Adinberri a medio plazo.

¿La pandemia ha acelerado el interés empresarial por el colectivo de personas mayores?

-Sí, ha dejado en evidencia la necesidad de crear o adaptar los modelos de atención y cuidados en el ámbito residencial y en el propio hogar. Por otro lado, ha acelerado la aplicación y el uso de las tecnologías digitales, para crear nuevos modelos de relación, de compra, de prevención y de monitorización. Ha impulsado la necesidad de crear y producir en el propio territorio productos y servicios básicos como mascarillas, respiradores, test... para no tener que depender de proveedores externos en el suministro. Y ha activado lazos y redes solidarias para mejorar el bienestar de las personas.

Definido el escenario, identificados los retos y, en breve, elaborado un plan de actuación, ¿de qué manera trabajará Adinberri?

-El programa Silver Economy Erronka consta de cuatro fases. Hemos definido el marco estratégico con un plan de actuación que, además de sensibilizar al tejido empresarial sobre la oportunidad económica que supone el segmento senior, analice las cadenas de valor de cada uno de los nichos de especialización y trabaje los gaps que existen para la conexión de la oferta y la demanda. Trabajamos en un sistema de inteligencia avanzada para generar y compartir el conocimiento sobre las necesidades actuales y futuras de las personas senior, sus cuidadores y los profesionales. La experimentación y el prototipo en los entornos reales es otra de las peticiones realizadas por el tejido empresarial, por lo que contaremos con una Red Adinberri Labs. Además, en estrecha colaboración con BIC, impulsamos el emprendimiento en el ámbito del envejecimiento. Uno de los servicios principales es impulsar colaboraciones y sinergias entre los agentes del ecosistema.

¿En qué plazo Gipuzkoa dispondrá de una Silver Economy asentada?

-Los datos demográficos acotan los plazos de actuación. Estamos ante un gran reto que exige incluir la perspectiva de envejecimiento saludable en los planes públicos y privados. Debemos desarrollar un nuevo discurso, otra forma de ver, sentir y hacer en torno al envejecimiento que implique a la sociedad en su conjunto.