- Los Gobiernos vasco y español están colaborando para ayudar a las empresas locales que quieren hacer una oferta para comprar ITP Aero a su actual dueño, el grupo británico Rolls-Royce. Varias compañías, caso de CAFCAF, Aciturri, Gestamp e Indra estarían siendo contactadas para intentar articular una oferta por ITP de forma que Euskadi, en concreto, y el Estado español, en general, no pierdan el centro de decisión de una compañía tecnológica como el fabricante vasco de componentes de turbinas de aviación y de mantenimiento de motores, considerada estratégica.

Las empresas citadas mantienen oficialmente una política de no realizar comentarios pero, según Cinco Días, el fabricante vasco de material de transporte CAF, una firma que factura unos 2.700 millones de euros anuales, estaría analizando, en compañía de otro grupo, presentar una oferta por ITP Aero, cuyas ventas suman 735 millones, un 25% menos que en 2020 por culpa del covid.

Es verdad que la empresa guipuzcoana está diversificando sus negocios para evitar depender sólo de la construcción de material rodante ferroviario, pues la competencia del gigante chico CRRC es creciente y con precios imposibles de replicar por constructores europeos y, además, la integración de Bombardier en Alstom ha añadido más competencia. CAF acertó con su apuesta polaca de autobuses eléctricos Solaris y la duda es si quiere ampliar su cartera de movilidad y, sobre todo, servicios de mantenimiento al campo aeronáutico.

El principal problema para dejar ITP en manos vascas, o incluso españolas, es que no hay muchas compañías industriales con el músculo financiero suficiente para afrontar un adquisición valorada por Rolls en unos 1.700 millones de euros, máxime en unos tiempos en los que el sector aeronáutico está bajo mínimos y no se tiene claro cuándo se va a recuperar la demanda prepandemia.

Ello hace que los únicos postores con dinero sean fondos de inversión, pero esta es una solución que no quiere nadie en un sector que trabaja con programas a largo plazo que demandan una inmovilización importante de capital.

Por ello se quiere que el socio principal sea una empresa industrial, en principio con interés directo en el sector aeronáutico y de Defensa. Pero aquí hay otro problema, el Gobierno español tiene derecho de veto porque ITP Aero se encarga del mantenimiento de la flota aérea militar española. Y en esta compleja trama de intereses es donde se busca por Madrid y Gasteiz empresas para liderar una oferta que sí podría tener de socio financiero a uno de los fondos de inversión interesados, Bain, KKR, Towerbrook o Cinven.

El Gobierno español puede ofrecer al grupo comprador local acceso a los fondos europeos Next Generation EU, ya que el sector aeronáutico es estratégico y de futuro, y algún tipo de compensación en sus negocios tradicionales mediante la ampliación de pedidos, aunque los CAF de turno tendrían que competir con otros posibles interesados.

El único que habla públicamente es el interesado en vender, caso de Rolls. La empresa británica reconoce que está en “conversaciones constructivas” con los Ejecutivos español y vasco.

Rolls-Royce espera obtener hasta 1.700 millones de euros con la venta del fabricante turbinas ITP Aero, que ha puesto en el escaparate como parte de una enajenación de activos de 2.000 millones de libras para ayudar a reparar su balance después de la pandemia.

Loas británicos se topan con que las ofertas no son tan altas como esperan y, además, España podría bloquear la venta a menos que el comprador pudiera ofrecer garantías sobre el futuro de ITP.

Rolls-Royce afirma que las autoridades del Estado español participan en el proceso y las conversaciones están siendo positivas.

“Los gobiernos español y vasco son partes interesadas importantes y existe un diálogo continuo y constructivo con ellos”, afirmó un portavoz de Rolls-Royce en un comunicado.

El grupo británico sí ratifico que seguirá colaborando en el futuro con ITP Aero, entre otras cosas, para salvaguardar su tecnología, una de las razones por lo que no ve con buenos ojos que el comprador sea un competidor directo en la fabricación de motores de avión, como, por ejemplo, el alemán MTU que también ha analizado la operación.

Para los británicos es fundamental que ITP, como socio de riesgo en importantes programas de motores, siga siendo colaborador y continúe invirtiendo en un momento en el que la apuesta por reducir el consumo de combustible y buscar alternativas más verdes al keroseno va a demandar un notable esfuerzo económico.

“Obviamente es muy importante para nosotros que un nuevo propietario pueda continuar invirtiendo en la tecnología, la innovación y la plantilla de ITP Aero”, señalaron fuentes de Rolls.

A España le preocupa que Rolls-Royce pueda vender ITP a un fondo de inversión como KKR, Bain Capital o Towerbrook , y que estos hipotéticos compradores financieros no tuvieran un plan industrial.

De ahí el interés de las administraciones vascas en que empresas como CAF, Gestamp, Aciturri, etc., pudieran entrar en la compra de ITP.

Como se recordará, la empresa Rolls-Royce, acuciada por sus problemas financieros, quiere vender ITP en un momento adverso para el sector, sin rebajar mucho el precio. Además pretende evitar la venta a un competidor directo porque quiere evitar transferencia de tecnología, y tiene que contentar al Gobierno español, uno de los principales clientes.