- La ministra española de Hacienda, María Jesús Montero, avanzó ayer que el déficit público español cerró 2020 conforme a la estimación prevista de “en torno al 11,3% del PIB”, con una caída de los ingresos públicos próxima al 7,6% como consecuencia de la crisis económica derivada del efecto del COVID.

Montero indicó que aunque el Ejecutivo español liderado por Pedro Sánchez trabajará por la consolidación fiscal, continuará con políticas “anticíclicas” y confía en contar con unos presupuestos de nuevo “expansivos” en 2022, postergando el plan de ajuste a cuando haya recuperación y “lo exija la Comisión Europea”.

La titular de Hacienda afirmó que las cifras previstas por el Gobierno español en relación al déficit público y a la caída de la recaudación fiscal se situarán en los entornos estimados, si bien a lo largo del mes de enero se tendrá una aproximación más clara, una vez se cierre la contabilidad y las comunidades autónomas y entidades locales informen sobre sus finanzas públicas.

Montero subrayó que el Gobierno “nunca” ha abandonado la senda de consolidación fiscal y recordó que para el año 2021 está prevista la mayor caída en términos de porcentaje de déficit registrada en un solo ejercicio, de en torno a los tres puntos, pasando del 11,3% del PIB al 7,7% del PIB, tras haber sido “prudentes” en la elaboración de las cuentas públicas.