- La recuperación de la economía vasca en noviembre se ha ralentizado por la segunda ola de contagios, que ha afectado especialmente al turismo debido a las restricciones a la movilidad.

Así se refleja en el Termómetro Económico del Gobierno Vasco, que otorga el pasado mes a la economía vasca una puntuación de 40,1 (en una escala de 0 a 150), casi un punto por debajo del dato de octubre, que se situó en el 40,9 y peor también que en septiembre (41,6). Son todas ellas puntuaciones dentro del umbral de decrecimiento de la economía. Todavía por debajo de los 50 puntos, que marca la frontera del crecimiento suave y muy lejos de los 100 puntos (crecimiento sólido), la tónica habitual de la actividad productiva en Euskadi.

Con todo, la temperatura de la economía vasca se ha ido incrementando durante cinco meses consecutivos, hasta septiembre. Llegó a estar en 27,5 en abril, cuando seguía vigente el confinamiento, y ha ido subiendo mes a mes (29,4 en mayo, 31,5 en junio, 33,9 en julio, 35,5 en agosto y 41,6 en septiembre) pero en octubre sufrió un nuevo descenso por las consecuencias de la segunda ola de la pandemia y ha empeorado en noviembre.

Con estos últimos datos Euskadi continúa atascada en la zona de riesgo para el desarrollo del país. Antes de la crisis sanitaria la economía vasca superaba los 100 puntos, es decir, estaba en zona de crecimiento sólido. Las previsiones no invitan a pensar en una salida de esa zona roja antes del segundo semestre del próximo año.

Según el Termómetro Económico del Gobierno Vasco, varios de los indicadores del mercado laboral, en especial la afiliación a la Seguridad Social, han empeorado en el último mes y tampoco son favorables los resultados del sector turístico, con fuertes descensos en las pernoctaciones en hoteles y en el movimiento en los aeropuertos.

Las pernoctaciones han pasado de una caída del 63,6% interanual en octubre al 79,2% en noviembre y el movimiento en los aeropuertos ha bajado del -75,7% al 90,3%.

Por el contrario, se indica, la producción industrial y las exportaciones están mejorando.

Para hacer estas estimaciones del Termómetro Económico se miden las quince variables que mayor correlación tienen con el PIB vasco. Entre ellas figura el Índice de Producción Industrial, la venta de viviendas, las hipotecas, el índice de comercio minorista y el empleo en este sector, la afiliación a la Seguridad Social, los contratos laborales registrados y el paro. Variables que siguen mostrando una ralentización del conjunto del sistema productivo.

La previsión del Gobierno Vasco para el conjunto del año apunta a una caída del Producto Interior Bruto del 10,1% y una “intensa recuperación” en 2021, situándose en el 8,9%. Esto supondría regresar a niveles de PIB de 2018 en diciembre del próximo año.

En materia de empleo, en 2020 cerca de 30.000 personas perderán su empleo, lo que aumentará la tasa de paro hasta el 11,2%. En 2021, la tasa de paro descenderá previsiblemente hasta el 10,7% y se crearán unos 15.100 empleos, según los cálculos del departamento vasco de Economía y Hacienda.

El covid ha cambiado el paso de la economía vasca y el próximo año solo se recuperará la mitad de los puestos de trabajo perdidos durante 2020.