- Ocho de cada diez trabajadores de la CAV que se vieron implicados en un expediente de regulación temporal de empleo ERTE incoado con motivo de las repercusiones económicas de la pandemia de coronavirus ya se había reincorporado a su puesto de trabajo en septiembre, según consta en el informe elaborado por el Consejo de Relaciones Laborales CRL de Euskadi, cuyos resultados hizo público ayer.

Las afecciones resultado de la pandemia de COVID-19 en los sectores económicos vascos han sido muy diferentes y, en consecuencia, la vuelta al trabajo de los empleados también ha variado según su función, aunque en porcentajes muy elevados en su mayoría.

El Consejo de Relaciones Laborales indica que la industria es la que ha tenido una mayor capacidad de recuperación de sus plantillas, dado que el 92,2% de las personas que se vieron implicadas en un ERTE ha podido retornar a su puesto de trabajo.

El ritmo de reincorporaciones es algo inferior al que registra la construcción, donde el 88,2% de quienes se encontraba bajo un expediente de regulación ha podido retomar su actividad. Estos dos sectores económicos han sido, de momento, los que han mostrado una reactivación más consolidada, a pesar de que la incertidumbre sobre la evolución del mercado los mantiene en una situación difícil.

Los servicios, en cambio, fueron uno de los más damnificados por las diferentes medidas adoptadas, tanto por haberse mantenido cerrados durante un periodo más prolongado como por las posteriores restricciones de horarios, distancia de seguridad y movilidad, entre otras.

Como resultado, el porcentaje de reincorporación es algo inferior, del 81,4%. Especialmente significativo es el 76,5% del conjunto de empleados de hostelería y restauración que han vuelto a sus puestos, dado que significa que todavía uno de cada cuatro no ha podido volver o ha pasado a engrosar las listas del paro.

En este sentido, el CRL indica que los empleados vascos que se mantienen con un expediente de regulación temporal de empleo asciende al 11,6% del colectivo afectado, mientras que el 4,1% afirmó estar desempleado. De estos últimos, los más numerosos son los menores de 25 años.

Según la información ofrecida ayer por el Consejo de Relaciones Laborales de Euskadi, casi uno de cada tres trabajadores del sector privado de la CAV ha estado afectado en algún momento por un expediente de regulación temporal de empleo, un total de 188.130 personas, en el periodo comprendido entre marzo y septiembre. Del total de ellos, el 32,6% trabaja en Gipuzkoa.

La medida adoptada por las autoridades institucionales de instaurar un ERTE con condiciones ventajosas para el empleador, celebrada por las organizaciones empresarial porque les ha permitido mantener en lo posible las plantillas, ha tenido una aplicación desigual en los diferentes sectores económicos. Con toda lógica, los más afectados por las restricciones a la movilidad y las distancias de seguridad son los que más han recurrido a esta medida.

Así, el sector servicios ha aglutinado el 69,4% de los ERTE presentados, muy lejos del 25,6% registrado en industria y del 4,4%. En el sector primario, por su parte, la medida se ha utilizado muy poco, apenas cuatro décimas. La base de cotización media, por su parte, se ha establecido en 1.990 euros.

Diferencia por sexos. La reincorporación de la población vasca afectada por un ERTE ha sido superior en el caso de los hombres (56,6%) que en el de las mujeres (43,4%). El CRL considera que la razón se puede encontrar en que la población trabajadora masculina ocupa más puestos en la industria y la construcción, dos de los sectores que han presentado un mejor comportamiento tras la recuperación de la actividad económica.

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de cada cien afectados por expedientes de regulación temporal de empleo en la CAV ha perdido su trabajo.

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El colectivo de trabajadores que no ha podido volver a reincorporarse al mercado laboral tras la finalización de su ERTE está conformado de manera más abultada por menores de 25 años. Este grupo, además, fue el que se vio implicado de manera más intensiva en procesos de regulación.

El sector de servicios, y especialmente el de hostelería y restauración, presenta tasas más bajas de retorno al puesto de trabajo