- La Hacienda de Gipuzkoa devolverá a los autónomos que registran pérdidas provocadas por la pandemia de coronavirus los impuestos que abonaron en la campaña de 2019 como herramienta para ayudarles a que dispongan de la liquidez necesaria para mantener sus negocios. Esta medida se une a la que elimina a este colectivo la obligatoriedad de pagar los impuestos de este año porque tienen exentos los pagos fraccionados, según anunció la entidad foral.
Su portavoz, Eider Mendoza, explicó las medidas fiscales aprobadas ayer por el Consejo de Gobierno foral, buena parte de ellas armonizadas con las haciendas de Bizkaia y Álava. Sin embargo, destaca una específicamente guipuzcoana denominada carry-back que hasta ahora se aplicaba a las empresas y que este año excepcional se extiende a los autónomos. Su ventaja reside en que ofrece la posibilidad de compensar las pérdidas registradas un año con los beneficios obtenidos en el ejercicio anterior.
En la práctica, tal y como aclaró Mendoza, supone que los autónomos, uno de los colectivos más afectados por la crisis económica generada por la sanitaria, recibirán el importe abonado en la campaña de 2019 en impuestos resultado de un ejercicio positivo para poder afrontar la difícil situación creada por el COVID-19. La Hacienda de Gipuzkoa confía en que esta inyección de liquidez ayude a que este colectivo mantenga sus negocios.
La portavoz foral recordó otras medidas fiscales adoptadas en conjunto por las tres haciendas vascas que se dirigen a “colectivos especialmente afectados por la crisis”, entre los que además de los autónomos citó a microempresas, pequeñas empresas o personas trabajadoras en ERE o en ERTE. Así, y en el caso de los autónomos, la entidad foral refuerza su ayuda con la exención de la obligatoriedad de realizar los pagos fraccionados correspondientes al cuatro trimestre del año, como tampoco lo tuvieron que hacer en los tres trimestres anteriores.
Con carácter más amplio, Hacienda eleva el límite para estar obligado a realizar la declaración tributaria de los 12.000 a los 14.000 euros. En el caso de que haya más de un pagador, se establece un límite de 20.000 euros cuando el segundo pagador no supere los 2.000 euros. Otra de las medidas fiscales destacadas por Eider Mendoza fue la exención de declarar las ayudas concedidas por las diferentes administraciones públicas para hacer frente a las consecuencias de la pandemia de COVID-19.
impacto
Todas estas medidas tendrán un impacto para las arcas forales que Mendoza consideró “difícil” de vaticinar, dado que “no se sabe con antemano cuánto se va a utilizar un incentivo concreto o quién va a valerse de la ampliación de un plazo”.
No obstante, calculó que el impacto de los aplazamientos rondará los 160 millones de euros, mientras que la exención de los pagos fraccionados de las personas autónomas ascenderá a unos 16 millones de euros. Por su parte, el impacto del carry-back se estima en 13 millones de euros. Estas cifras, según afirmó, “son significativas y son reflejo de esfuerzo que Hacienda y Diputación están haciendo para ayudar a la economía”.
Otra de las decisiones adoptadas ayer en Consejo de Gobierno fue la aprobación de las normas que regulan el sistema mixto al que podrá acogerse el personal de la entidad foral que ejerza un trabajo no necesariamente presencial, y que combina la asistencia al puesto de trabajo con su desempeño a distancia.
Según las estimaciones de la Diputación de Gipuzkoa, el 30% de quienes se presenten podrán acogerse a esta modalidad mixta hasta el 30 de junio del próximo año, plazo que se considera suficiente para “valorar la nueva normativa y conciliarla con las medidas de conciliación” que se aplican en la actualidad.
189
millones de euros es el impacto que la Hacienda foral prevé que tendrán las medidas adoptadas, de los que la mayor parte, 160 millones, corresponderá a aplazamientos. Otros 16 millones serán por la exención de pago fraccionado y 13 por el carry-back.