- Los ayuntamientos guipuzcoanos podrán contraer un déficit del 0,12% del PIB vasco este año para hacer frente a las consecuencias que ha generado la pandemia del COVID-19, mientras que para el próximo 2021 este porcentaje será del 0,11%, de tal manera que en conjunto adquirirán una deuda de 79 millones de euros entre los dos ejercicios.

Responsables de la Diputación de Gipuzkoa con el diputado de Hacienda y Finanzas, Jabier Larrañaga, a la cabeza y representantes de la asociación de municipios vascos Eudel se reunieron ayer en la quinta cita del Consejo Territorial de Finanzas del año para tener más detalles sobre el margen del que van a disponer los consistorios para incurrir en déficit en esta situación excepcional, con gastos no contemplados en los presupuestos municipales que fueron elaborados con anterioridad a que el coronavirus trastocara todos los planes.

El Consejo Vasco de Finanzas reunido el pasado mes de octubre decidió que las diputaciones forales podrían tener un déficit del 0,9% del PIB de la CAV este año y del 0,8% en 2021. La entidad foral guipuzcoana decidió compartir este margen con los ayuntamientos, de modo que el 60% de la cantidad total corresponderá a la Diputación mientras que el 40% a los consistorios.

Larrañaga comunicó ayer a los representantes municipales que este margen se traduce en el 0,12% y 0,11% mencionados y añadió que las cantidades concretas de cada consistorio se calcularán en función de la cuota que el municipio tenga del Fondo Foral de Financiación Municipal Fofim.

En cualquier caso, el diputado de Hacienda y Finanzas avanzó que el decreto foral-norma que recogerá todos los términos relativos a la capacidad de contraer déficit junto con las posibilidades de utilización del remanente y deuda se encuentra muy avanzado y “lo antes posible” se presentará para su acuerdo, lo que habilitaría jurídicamente el paquete de medidas.

Respecto al nuevo endeudamiento y el empleo de remanentes de años anteriores, Larrañaga advirtió de que deberán ser “coherentes” con los objetivos de déficit que se asignen a cada municipio, para de este modo garantizar que se incorporan nuevos recursos por valor de los 79 millones de euros.

Esta amplitud municipal permitirá a los consistorios reforzar “considerablemente” su capacidad financiera para hacer frente a los desembolsos no previstos que deberán realizar para responder a las necesidades surgidas tras la pandemia de coronavirus, según destacó ayer la Diputación de Gipuzkoa.

Sin embargo, Jabier Larrañaga también abogó por la cautela y prudencia a la hora de administrar estos nuevos recursos y a “seguir gestionando las cuentas públicas con responsabilidad tal y como [las administraciones] vienen haciendo hasta ahora”.

Según avisó, “tenemos grandes retos por delante, bien en el presente inmediato como a más largo plazo”, por lo que recomendó a los ayuntamientos de Gipuzkoa combinar una respuesta eficaz a los desafíos que plantea el COVID-19 en la gestión diaria de sus municipios con una visión a futuro. “Las administraciones públicas tenemos que ser capaces de responder en el hoy, pero sin hipotecar nuestra capacidad de actuar frente a las necesidades de mañana”, señaló.

Con esta medida se intenta suavizar las consecuencias de la caída de 78 millones de euros que el conjunto de los ayuntamientos guipuzcoanos dejarán de percibir este año del Fondo Foral de Financiación Municipal debido al descenso de la recaudación prevista. Así, si antes del coronavirus la cantidad ascendía a 536 millones de euros, esta cifra se ha reducido a 450,6 millones por la disminución recaudatoria de alrededor del 15%.

79

millones de euros es la cifra de la que dispone el conjunto de consistorios guipuzcoanos para incurrir en déficit entre 2020 y 2021, según las estimaciones realizadas por la Hacienda del territorio. La cantidad concreta asignada a cada ayuntamiento se calculará en función de su cuota en el Fondo de Financiación Municipal. Estas medidas se recogerán en un próximo decreto foral-norma.