- El sindicato USO es la primera organización sindical en la empresa Nissan en España. Su representante Raúl Montoya analiza el cierre de la planta de la Zona Franca de Barcelona.

¿Cómo está situación hoy de Nissan en Catalunya?

—Nissan España tiene tres centros fabriles principales: Ávila, Cantabria y Barcelona, pero solo el de la Zona Franca es una fábrica de vehículos, y de hecho es la única del grupo japonés en la UE tras el brexit. Ahora Nissan quiere cerrar Barcelona y sus centros anexos de Montcada y Sant Andreu. En total, unos 3.250 trabajadores afectados. El día 30 de junio la empresa comunicó el despido colectivo para 2.580 trabajadores al dejar fuera del ajuste al centro de I+D. Ahora estamos en huelga indefinida y llevamos ya dos meses así. A mediados de julio queremos realizar una gran manifestación en Madrid en defensa de la industria en España a la vista de los problemas de Nissan, Alcoa, Alu, Gamesa, etc.

¿Tienen alguna oferta o alternativa de la empresa al cierre?

— No. No tenemos una oferta concreta pero es que además no consideramos que el pasado día 30 sea el día de salida del ERE porque estamos todavía pendientes de la consulta al comité de empresa europeo. Pero que quede claro, nosotros no queremos dinero, queremos mantener el empleo. Y de hecho en los últimos años hemos realizado sacrificios salariales y pactado ajustes de plantilla para ser más competitivos. Hace seis meses salieron de la empresa 600 trabajadores prejubilados. Invirtiendo 400 millones la planta de Barcelona vuelve a ser competitiva pero la empresa prefiere gastarse 1.000 millones en cerrarla.

¿Por qué implican a Renault?

—Esto no es solo un tema de Nissan, sino de la alianza Nissan-Renault, porque este cierre es fruto de la decisión estratégica de la alianza de repartirse los mercados mundiales y dejar a Nissan fuera de Europa. Y Renault tiene mucho que decidir sobre nuestro futuro. Nuestra planta, -que ha fabricado el Nissan Pulsar, furgonetas NV 200 o pick-ups-, es muy flexible y tiene una capacidad productiva de 220.000 coches anuales pero en los últimos tiempos no nos han adjudicado carga de trabajo.

¿Cuál es la mayor preocupación del sindicato en este sector?

—En USO criticamos la política industrial española porque cuando se habla de descarbonización vemos que no hay un plan de industria con infraestructuras de recarga y de apoyo tecnológico a las fábricas para que se adapten a la nueva realidad eléctrica.

"No queremos negociar dinero con la empresa, queremos negociar medidas para ser más competitivos y garantizar el empleo?