- Para Fernando de la Hucha el paquete de medidas presentado por Pedro Sánchez “está condenando a las empresas y en menor medida a los autónomos a que se endeuden, eso sí con el aval del Estado”. Cree que en Europa ha habido “descoordinación en el cierre de fronteras terrestres y sobre todo en el tema económico, donde cada Estado ha hecho lo que ha querido”.

Sería partidario de inyección directa a las empresas.

—Sí, pero fijando un periodo de recuperación, es decir, que si se recuperan dentro de 3 o 4 años lo devuelvan. Así como se ayudó a los bancos, en esta situación se puede ayudar a las empresas.

Los ERTE son una forma de ayuda directa.

—Sí, pero con los ERTE el trabajador no cobra exactamente el 100% del salario.

¿Cómo observa la cuestión de las hipotecas?

—Es una medida en principio acertada, pero a ver qué hacen los bancos, que son entes privados, y no se aplazan todas las hipotecas, dependerá de cómo vaya evolucionando el mercado.

Otro ámbito clave es el de los autónomos. Se darán moratorias pero no exenciones.

—Eso en otros países sí se ha tenido en cuenta, habría que ver cada autónomo en qué situación queda, porque no es lo mismo los autónomos que están trabajando que los que no. Podría haberse en todo caso eximido el pago de cotizaciones.

Hay dudas sobre cómo se pueden implementar algunas medidas en pleno confinamiento.

—Las medidas han sido muy llamativas, pero cuando se lee la letra pequeña lo son menos. La clave va a ser la ley de Presupuestos Generales del Estado establecida para este ejercicio. Tendremos que ver qué es realmente lo que asume el Estado. Porque de momento lo anunciado son medidas de decreto ley. Porque habrá que compensar a la Seguridad Social y a otras entidades, y ver si hay que emitir deuda o no, aunque en ese punto la inyección de liquidez del Banco Europeo nos puede ayudar, consistente en que nos comprará deuda, en un contexto de levantamiento del Pacto de Estabilidad.

La negociación presupuestaria en España podría ir más fluida, porque aquí se van a retratar todos los partidos.

—Evidentemente, porque el margen de maniobra que quede en los Presupuestos Generales del Estado va a ser mínimo. Lo desastroso es que no hubiera Presupuestos.

¿Esto tiene que ser el anticipo de nuevas medidas?

—Son medidas precipitadas e incompletas, lo cual es lógico. El Ibex y en general las Bolsas están respondiendo muy mal a las inyecciones en la economía porque las consideran insuficientes. En cuanto a la gente normal de la calle yo creo que está más preocupada por el coronavirus que por los efectos económicos, salvo aquellos que se encuentren directamente afectados por un ERTE o un ERE, etcétera. Pero tiempo habrá cuando esto termine de reorganizar toda la economía.

Pero la preocupación por perder el trabajo crece rápidamente.

—Sí, cada día que pase es peor. Solo hay que preguntarse cuánto pierde Volkswagen cada jornada, por citar a una empresa grande. Evidentemente habrá empresas, sobre todo pequeñas, que no tengan el músculo financiero suficiente que irán al cierre, y por lo tanto los trabajadores al paro. Lo cual plantea otro problema, que es el coste que ese paro va a suponer para el Estado.

Al ser una crisis mundial, tendrá que haber algún plan de choque global.

—Lo que pasa es que el Banco Mundial ya ha anunciado unas medidas absolutamente insuficientes, y el G-8 y el G-20 no sirven absolutamente para nada, solo para reunirse una vez al año. Es decir, que una política económica global para hacer frente a la crisis es difícil que se consensúe. / Foto: