- El Gobierno Vasco, las diputaciones forales y los ayuntamientos, instituciones que conforman el Órgano de Coordinación Tributaria de Euskadi (OCTE), reunido ayer, asumen que la situación generada por el coronavirus afectará a la recaudación.

Por este motivo, durante el encuentro decidieron por unanimidad comprometerse a medir el impacto que tendrá sobre los ingresos de las administraciones las medidas tributarias que se están adoptando.

De este modo, los representantes del Ejecutivo vasco y de las entidades forales y los ayuntamientos pactaron compartir, coordinar y comunicar las modificaciones tributarias que se aprueben en los distintos niveles institucionales, además de "medir su impacto en la recaudación lo antes posible".

Según explicó el OCTE al término del encuentro, el objetivo compartido fundamental es facilitar, desde el ámbito tributario, la mayor liquidez posible" a personas y empresas afectadas por medio de aplazamientos y fraccionamientos de impuestos, aunque también se coincidió en la necesidad de que "esto sea compatible con garantizar los recursos suficientes a todas las administraciones públicas", para seguir desarrollando sus políticas públicas "una vez superado el estado de emergencia sanitaria".

En este sentido, la viceconsejera de Hacienda, Itziar Agirre, señaló que el COVID-19 "indudablemente va a tener un impacto negativo" en la recaudación, pero "hoy no es posible realizar una cuantificación certera de la repercusión de las mismas".

En consecuencia, esto va a suceder también en la distribución de los recursos entre los tres niveles institucionales de Euskadi.