donostia - Sidenor continúa moviendo ficha en el tablero metalúrgico vasco y ya ha identificado a los socios con los que quiere crear un gran grupo vasco del acero. El presidente de la compañía, José Antonio Jainaga, pidió ayer formalmente la apertura de un diálogo para una fusión a los consejos de administración de Aceros Olarra y a los dos fabricantes alaveses de tubos, Tubacex y Tubos Reunidos. Lo hizo tres meses después de plantear la alianza pero sin haber hecho los deberes.
En noviembre, Jainaga no quiso citar a las compañías que podían formar parte del conglomerado metalúrgico vasco que plantea, e incluso dejó entrever que no contaba con las tuberas, porque no son acerías puras sino que lanzan al mercado un producto ya terminado. Ayer, durante una conferencia organizada por Adype, la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, afinó el tiró y dejó fuera de la ecuación a Nervacero y a la Acería Compacta de Sestao. Sin embargo, una vez centrada su propuesta de nuevo en una comparecencia pública, se supo que Sidenor solo se ha puesto en contacto con dos de esas compañías para buscar un punto de encuentro y que las conversaciones han sido informales.
De momento casi todo se reduce a mensajes puestos en circulación a través de la prensa y en valoraciones más bien tibias por parte de las compañías aludidas. A tenor del tono del planteamiento de Jainaga, Sidenor lideraría la alianza, que buscaría su espacio en el mercado de los aceros especiales, el nicho en el que Euskadi puede competir sin la presión que generan los fabricantes low cost.
Las grandes “ventajas” de esta unión serían mantener el centro de decisión en Euskadi; disponer de un tamaño que conseguiría una facturación de 2.000 millones de euros al año y un capital humano de cerca de 6.000 personas (el 75% con su puesto de trabajo en el País Vasco); sumar sus respectivas capacidades de innovar y sus correspondientes mercados de ventas, y constituirse en un grupo capaz de atraer talento y juventud, según destacó el presidente de Sidenor.
Respecto al producto a trabajar, Jainaga estimó que debe ofrecer “valor añadido” y para ello no puede centrarse en fabricar acero para la construcción, sino en aceros aleados, aceros inoxidables y aceros al carbono.
A la espera de movimientos Todo está en el aire y se intuye una negociación cuando menos compleja, porque en la ecuación que plantea Sidenor hay competidores. Y en el caso de los fabricantes de tubos la situación de Tubacex no tiene nada que ver con la de Tubos Reunidos, que sigue intentando salir del incómodo escenario de las pérdidas.
Jainaga reconoció que, por ahora, ha mantenido conversaciones sobre esta idea con “dos de las tres” empresas, aunque eludió desvelar con cuáles. En este sentido, Tubacex y Tubos Reunidos emitieron sendos comunicados indicando que no tienen ninguna propuesta de Sidenor sobre la mesa. Tubacex no quiso ir más allá y ni siquiera valoró el espíritu de la propuesta. En cambio, Tubos Reunidos añadió que “todo planteamiento de un proyecto industrial para el sector siderúrgico vasco que suponga mejora de la competitividad para el conjunto y creación de valor para todos los grupos de interés debe ser escuchado y analizado”. La música no le suena mal al Gobierno Vasco, que estaría “encantado de ayudar” a la posible fusión de las siderúrgicas, si es que estas empresas lo solicitan.
En una rueda de prensa sobre las ayudas Renove del Ejecutivo, el viceconsejero de Industria, Javier Zarraonandia, recordó que se trata de “una iniciativa privada que tienen que estudiar entre ellos”, las empresas concernidas. El viceconsejero recordó que el Gobierno tiene herramientas para ajustar este tipo de operaciones.
Respecto a quién debería estar al frente de la compañía resultante, Jainaga destacó que el proyecto debe estar liderado por los “mejores” y que lo “importante” es “tener la voluntad” de llevarlo a cabo “con mentalidad abierta y generosidad” ya que se trata de “un camino complicado y con un resultado no garantizado”. Según indicó, el ratio de solvencia y liquidez de esta unión sería “correcto y aceptable” para las entidades bancarias y contaría con una capacidad de generación de caja de 200 millones de euros al año.
Especialización. Jainaga estima que la empresa resultante debería centrarse en productos de alto valor añadido: aceros aleados, inoxidables y carbono.