donostia - El grupo juntero de EH Bildu también se interesa por el Impuesto sobre el Patrimonio, que se recuperó el pasado ejercicio por parte del equipo de gobierno foral conformado por PNV y PSE. Esta figura sustituye al Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas que instauró el equipo de gobierno anterior, liderado por EH Bildu.

La respuesta que ofrece el diputado de Hacienda y Finanzas, Jabier Larrañaga, establece en un 0,63% el tipo medio efectivo que satisficieron los 7.860 contribuyentes que declararon por esta figura en 2018, lo que significa un ingreso en las arcas forales de 58,7 millones de euros.

El Impuesto sobre el Patrimonio establece una escala de tipos de ocho tramos que oscilan entre el 0,20% y el 2,5% para, de este modo, equiparse al sistema que emplea la Hacienda foral alavesa. En el caso de Bizkaia, este tributo tiene seis tramos con un máximo del 2%.

Según la información facilitada por la Diputación de Gipuzkoa, del conjunto de contribuyentes hay 1.470 personas, 56 con actividad directiva, que declararon tener 3.677 millones de euros en participaciones en el capital o en el patrimonio de entidades exentas de tributación.

Los 6.613 contribuyentes guipuzcoanos del Impuesto sobre el Patrimonio restantes declararon tener participaciones en el capital o en el patrimonio sujetas a tributación por una cuantía conjunta de 7.304,7 millones de euros.

Según lo señalado anteriormente, este tributo contempla ocho tramos según el importe de lo declarado. En este sentido, el porcentaje más numeroso de contribuyentes declararon una cantidad que oscila entre los 400.000 y los 800.000 euros, el 22,5% del total.

Muy cercano se encuentra el colectivo que declaró hasta 200.000 euros, y representa el 21,4%. Los que alcanzaron importes que se sitúan entre los 800.000 euros y 1,6 millones, por su parte, se presenta como el tercer grupo más numeroso y conforma el 19,4% del conjunto.

Cabe recordar que la principal modificación que implicó recuperar el Impuesto sobre el Patrimonio fue introducir el escudo fiscal que establece un límite del 65% de los ingresos anuales de un contribuyente por los que debe declarar combinadamente IRPF y Patrimonio. - M.M.