donostia - La Comisión Europea anunció ayer su veto a una de las fusiones de mayores dimensiones planteada en Europa, que contemplaba la compra de la empresa francesa Alstom por la alemana Siemens para crear un consorcio en el mercado ferroviario con un volumen de negocio de 15.300 millones de euros y 62.300 trabajadores, y que tendría una incidencia directa en la guipuzcoana CAF, integrada en este mismo mercado.

Las razones aportadas por Bruselas para prohibir la operación de estas dos compañías, que son rivales directos de la guipuzcoana CAF en muchas de las licitaciones que se convocan a nivel mundial, hacen referencia a las leyes de competencia y a la actitud poco colaboradora de Alstom y Siemens.

La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, explicó que la investigación que inició la Comisión Europea en julio de 2018 tras el anuncio, un año antes, de la fusión por parte de las compañías alemana y francesa ha concluido que “dañaría” la competencia en dos actividades concretas que son la señalización ferroviaria y la alta velocidad.

Según el informe final, el consorcio resultante se convertiría en “líder indiscutible” en señalización para grandes líneas de tren y metro, mientras que se situaría en una posición dominante a nivel mundial en suministro de material rodante para trenes de alta velocidad, tanto solo superado por países como China, Japón y Corea del Sur.

china Precisamente el enorme potencial que presenta en esta área China fue una de las razones principales que aportaron Alstom y Siemens para justificar su unión, dado que consideraron que Europa necesitaba una alianza de este tipo para hacer frente a esta competencia.

Vestager relativizó ayer esta preocupación. Durante su intervención, aseguró que los análisis realizados por la Comisión Europea concluyen que, respecto a señalización ferroviaria, China no representará un problema para las empresas francesa y alemana. En lo relativo a la alta velocidad, afirmó que “todavía llevará tiempo que entren sus trenes”.

CAF no es ajeno a la creciente importancia que está adquiriendo el sector ferroviario en la economía china, aunque su respuesta es diferente. En una intervención en septiembre de 2017 en Donostia, el presidente de la compañía guipuzcoana, Andrés Arizkorreta, ya avanzó que el equipo directivo “empieza a valorar” la posibilidad de acudir al país asiático. No obstante, hasta el momento no se han hecho públicos movimientos en este sentido.

La amenaza china, pues, no fue un argumento a considerar por Bruselas para admitir la fusión, y según lamentó ayer la comisaria europea de Competencia, tampoco ha ayudado la actitud de Siemens y Alstom. Vestager informó ayer de que, una vez instadas a presentar posibles soluciones para evitar una posición dominante, hicieron llegar a Bruselas una serie de propuestas que no responden a los requerimientos.

Por todo ello, Margrethe Vestager afirmó que, de haberse producido la fusión, “las empresas que hubieran quedado no habrían podido competir” y que la Comisión Europea se encuentra obligada a velar “por los otros 26 Estados miembros con intereses” en el mercado ferroviario.

Entre los territorios comunitarios afectados se encuentra Gipuzkoa, donde se ubica una de las firmas con mayores cifras de negocio y empleo del territorio como es CAF.

valoración La compañía de Beasain declinó ayer realizar una valoración sobre esta fusión entre dos de sus rivales directos, alegando que no le corresponde realizar juicios sobre decisiones que afectan a otras empresas.

Sin embargo, en la charla de Donostia de hace año y medio su presidente, Andrés Arizkorreta, sí realizó una pequeña mención a este consorcio al reconocer que les “ocupaba” este asunto, pero que no modificaba los planes del grupo que ya contaban con fusiones de este tipo. Arizkorreta añadió que “no nos sentimos con más presión de que la que teníamos ayer”, lo cual “no quiere decir que en un futuro no puedan surgir oportunidades que lógicamente estudiaremos”.