donostia - La Estrategia Energética de Euskadi 2030 incluye una serie de objetivos para los próximos quince años, quizá uno de los más importantes por su impacto global es el de contribuir a frenar el cambio climático. Según se recoge en el resumen de la estrategia facilitado a la prensa, en los próximos años Euskadi puede contribuir a mitigar el cambio climático con la reducción de tres megatones anuales de gases de efecto invernadero. Esto supondría la reducción de las emisiones con respecto a 2005 en al menos un 40% en 2030 y en un 80% en 2050.

El plan general incluye una serie de objetivos por sectores. En el caso del transporte, uno de los más relevantes para reducir la contaminación, el objetivo es disminuir la dependencia del petróleo impulsando la utilización de vehículos alternativos y potenciando la incorporación de las instalaciones de recarga necesarias. “Esta apuesta por la sustitución de este combustible por otras energías alternativas contribuye a la mejora de la calidad del aire y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Las actuaciones pasan por fomentar la movilidad sostenible y la utilización de modos de transporte más eficientes, promover el uso de transporte público, el uso de vehículos más eficientes y la utilización racional de los mismos, así como impulsar el uso de combustibles y tecnologías alternativos”, se detalla en el plan aprobado ayer por el Gobierno.

En cuanto a los hogares, se indica que es fundamental la reducción del consumo de energía, incrementando además la integración de nuevas instalaciones de aprovechamiento de las renovables para autoconsumo térmico y eléctrico. Las actuaciones se deben llevar a cabo tanto en las viviendas como en el sector servicios mediante la promoción de mejoras energéticas y la formación y sensibilización”, se explica.

También a nivel industrial se pretende maximizar el uso de las renovables y reducir su dependencia energética -uno de los grandes lastres para la competitividad en ramas como la siderurgia- disminuyendo la factura y reduciendo las emisiones de CO2. Además, la administración pública vasca tendrá una “actitud ejemplarizante” en este ámbito y desarrollará diversas actuaciones para potenciar el uso de energías limpias y el ahorro energético en sus edificios.

La estrategia energética 2030 busca contribuir a los objetivos de la Estrategia Vasca de Cambio Climático 2050, que se resumen en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de Euskadi en al menos un 40% en 2030 y un 80% a 2050 respecto al año 2005, así como alcanzar en el año 2050 un consumo de energías renovables del 40% sobre el consumo final. - N.G.