donostia - A última hora de ayer Volkswagen seguía sin hacer pública la lista con los modelos y versiones que están afectados por la manipulación de motores. Sin esa relación detallada no se puede cuantificar el alcance del fraude, aunque sí se ha concretado que hay 2,8 millones de coches trucados en Alemania y algunos medios cifran en un millón las unidades afectadas en Francia y en algo más de 700.000 las del Estado español. Dentro de la campaña de Volkswagen por tratar de salvar su imagen, la filial de la multinacional en España pidió perdón a los clientes y prometió hacerse cargo de los costes que les acarree el escándalo, entre los que podrían incluirse reparaciones.
Según algunas asociaciones de consumidores, debe ser la propia la compañía alemana la que se ponga en contacto con los clientes que hayan comprado un coche trucado para llevar a cabo los cambios en el motor que correspondan.
Desde la organización vasca EKA/OCUV se indicó que debe ser Volkswagen la que pague la factura de las oportunas intervenciones para retirar el software trucado, y deberá facilitar además un coche de sustitución si esa operación se prolonga. Según esta asociación, la empresa deberá también pagar otro tipo de gastos que pudieran derivarse del fraude, como el posible encarecimiento del impuesto de matriculación al cambiar la categoría de eficiencia energética del vehículo. Esta posibilidad ya está siendo estudiada por Hacienda, según adelantó ayer la Agencia Tributaria. Facua, por su parte, ha activado una plataforma a la que los propietarios de un vehículo puede adherirse de cara a reclamar a Volkswagen las oportunas reclamaciones.
Hasta que no se haga público cuáles son las versiones concretas que incluyen un motor falsificado quienes tengan un coche diésel del fabricante germano no podrán saber si están o no entre los afectados, aunque por ahora parece claro que el daño en el Estado español se circunscribe a una treintena de modelos de las marcas Seat, Volkswagen, Skoda y Audi.
El problema es determinar, y en esa labor se ha centrado estos días la gran multinacional alemana, qué versiones de esos modelos son las que portan el motor EA 189 de los tipos TDI 1.6 y 2.0., que en principio son los trampeados.
Ayer el gigante alemán indicó que, solo de la marca Volkswagen, hay cinco millones de vehículos trucados en todo el mundo, entre los que se encuentran la sexta generación del Golf, la séptima del Passat o la primera del Tiguan -la afección global estimada es de once millones de coches-.
En el Estado español se ha cifrado el número de vehículos afectados en algo más de 700.000, aunque la cifra es aproximativa, que habrían sido fabricados desde 2009. Los modelos más nuevos estarían al margen, de forma que ahora mismo no hay a la venta ningún coche problemático. Sobre el alcance del escándalo en otros estados europeos, en Francia circulan 1,04 millones de coches trucados, según la emisora France Info, y en Alemania lo hacen 2,8 millones, según el Ejecutivo de Angela Merkel. Además, en otros países como EEUU o Noruega se van a intensificar los controles en todo el sector para detectar dispositivos que falseen datos de emisiones.
La compañía alemana continúa por su parte intentando minimizar el impacto de la crisis y ayer elegía a su nuevo máximo responsable, el actual jefe de Porsche Matthias Muller. Desde la cúpula de la multinacional se calificaba ayer lo ocurrido de “desastre moral” y se limitaba la responsabilidad a un grupo reducido de trabajadores que serán suspendidos “de forma inmediata”.
La filial en España, además de pedir disculpas a los clientes “por abusar de su confianza”, indicó que pagará todos los gastos derivados de las medidas que haya que tomar a consecuencia del escándalo, tal y como reclaman las asociaciones de consumidores.
landaben, a la espera Después de que la planta de Seat de Barcelona reconociese que ha montado motores falseados, la fábrica de Navarra aguarda en una tensa espera a que la multinacional dé a conocer la lista definitiva de modelos afectados. El ‘polo’ que fabrica Landaben parece estar entre ellos, aunque la factoría desconoce en qué versiones se ha podido instalar el motor en cuestión. La empresa recuerda que solo el 30% de los cerca de 300.000 coches que se fabrican al año son diésel y, por tanto, la amplia mayoría de la producción está libre de sospecha.
Ayer el Gobierno español, ante las dudas suscitadas por los sindicatos, reiteraba que las inversiones anunciadas para las plantas de Seat en Martorell y para Volkswagen Nafarroa, en este caso de 900 millones, están aseguradas. La actividad en Landaben continúa con normalidad y ya se prepara la renovación de 200 trabajadores eventuales hasta el mes de abril.