donostia - El departamento foral de Hacienda de Gipuzkoa hizo ayer público el borrador de la norma fiscal que prevé aprobar antes de fin de año por la que se modifica el Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas y deja exentas de pago por este concepto a las participaciones en empresas. El objetivo de esta medida es fomentar el surgimiento de proyectos empresariales y contribuir de este modo al desarrollo económico del territorio y a la creación de empleo.
Así lo anunció ayer el diputado de Hacienda y Finanzas, Jabier Larrañaga, durante su comparecencia en Juntas Generales de Gipuzkoa para presentar las líneas de trabajo estratégicas que su departamento se ha fijado para la legislatura con el objetivo de “impulsar el empleo y el desarrollo económico, facilitar la redistribución de la riqueza y asegurar los servicios públicos”.
Uno de los aspectos que centró las preguntas de los junteros al diputado fue el referido al Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas, generador de confrontación política. El anterior gobierno foral dirigido por Bildu aprobó esta tasa en 2012 con el apoyo del PSE y Aralar, que contemplaba que las participaciones en empresas también tributaran por este concepto.
Este aspecto provocó una reacción adversa del empresariado guipuzcoano, que lo consideró una traba más para su actividad, ya dificultada por la crisis económica. Esta postura fue defendida también por el PNV y el entonces candidato a diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, advirtió en campaña de que si llegaba a ocupar este cargo modificaría este impuesto.
Ahora la entidad foral gobernada con un acuerdo entre PNV y PSE ha redactado el borrador de norma foral que reforma el IRGF para excluir las participaciones en empresas. Larrañaga argumentó que esta medida “defenderá e impulsará la actividad económica y la estimulación de proyectos” lo que, según indicó, tendrá como consecuencia la generación de “empleo de calidad”.
Según avanzó el diputado guipuzcoano de Hacienda y Finanzas, el borrador de la norma fiscal es público desde ayer, con la intención de proceder a su aprobación antes de fin de año. Señaló que de este modo “eliminamos lo que más daño hace al desarrollo económico”, al tiempo que “las empresas podrán así reinvertir sus beneficios y con ello crear riqueza y puestos de trabajo”. Además, otra consecuencia de la reforma será “equipararnos a los otros territorios” en materia de normativa fiscal.
La armonización con Bizkaia y Álava es una de las propuestas en las que el PNV más ha insistido y uno de los principales argumentos para rechazar desde su implantación el Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas impulsado por Bildu. El diputado foral aseguró que esta decisión ha sido “un movimiento muy medido”.
En su primer año de vigencia, en 2013, este impuesto reportó a las arcas forales 57 millones de euros, que se incrementaron a 59 millones en la campaña de 2014. Ese año se realizaron 8.052 declaraciones con un importe medio que la Diputación Foral de Gipuzkoa situó en torno a los 7.300 euros.