donostia - La empresa NEM Solutions radicada en Donostia ha recibido la más alta puntuación en el Índice de Cultura de la Innovación elaborado por la Asociación Española para la Calidad (AEC) con el respaldo de los ministerios de Economía y Competitividad y de Industria, Energía y Turismo. Estos resultados le otorgan el liderazgo estatal en innovación frente a otras grandes firmas. Su director ejecutivo, Alberto Conde, focaliza el mérito en las personas y en la capacidad de una organización de crear vías para fomentar la aportación de ideas.
¿Cómo nace NEM Solutions?
-Nacimos en 2007 para responder a la apuesta de CAF por el intraemprendizaje. Hasta entonces, se diseñaba un producto tecnológicamente muy avanzado fiel a las exigencias del siglo XXI, pero las herramientas para mantenerlo eran del siglo XX. Buscamos en el mercado y no detectamos empresas que aportaran lo que necesitábamos, así que decidimos crear un equipo. Hace ocho años estaba solo, y hoy somos 40 personas en el proyecto con una media de edad de 33 años. Cerraremos 2015 con una facturación cercana a los cinco millones de euros y un negocio internacional del 80%.
¿Cuál es el objetivo de la empresa?
-Centramos nuestra actividad sobre todo en los sectores del ferrocarril y de la energía eólica con la misión de aportar soluciones, productos y servicios para que el mantenimiento sea sencillo. Hemos creado una tecnología capaz de recoger la infinidad de datos que genera cada ferrocarril o aerogenerador y los tratamos de manera que podamos conocer cómo se comportarán en el futuro, si tendrán averías o una bajada de rendimiento por ejemplo. Con esta inmensa base de datos, nuestros clientes tienen el entorno adecuado para una toma de decisiones.
¿Cuáles son sus principales mercados?
-Nuestro mercado es el mundo, como se demuestra en que el 80% de nuestra cartera procede del exterior de España. Las principales ciudades mundiales con metro o un sistema de tranvía son clientes nuestros, como Vancouver, Toronto, Chicago, Washington, Los Ángeles, Santiago de Chile, São Paulo, Madrid, Barcelona, Bilbao, Donostia, Ankara, países del norte de Europa y de África, India, China y Australia. Respecto a la energía eólica, trabajamos con líderes del mercado internacional como Iberdrola, Gamesa o RWE entre otros. Si queremos ser líderes y ofrecemos una tecnología pionera a nivel mundial, debemos estar presentes en el mundo.
La AEC les ha situado líderes en cultura de la innovación. ¿Qué significa este concepto?
-Realmente no lo sé. No tenemos un departamento específico de I+D ni de innovación, sino que procuramos que todas las personas que trabajan en NEM Solutions tengan vías para aportar sus ideas. Una de las iniciativas que el estudio valoró mucho son nuestros Open Projects. Dedicamos todos los últimos viernes de mes a que cada trabajador pare el proyecto en el que se encuentra y se dedique a lo que haría si tuviera tiempo para que surjan nuevas ideas. Se necesitan muchas sesiones para que nazca el germen de un nuevo producto o servicio, innovación disruptiva, pero también se idean funcionalidades que mejoran lo que ya existe, innovación incremental. La AEC nos considera por este aspecto innovadores, pero yo creo que apoyarse en la gente es hacer las cosas desde un punto de vista de sentido común.
¿El tamaño de la empresa, con la rigidez que puede ocasionar tener una plantilla grande, es una dificultad a superar para crear una cultura interna innovadora?
-Puede ser más complicado en el caso de empresas grandes con carácter internacional, pero se pueden crear mecanismos para que la comunicación entre todos sea fluida gracias a las nuevas tecnologías. Hay empresas pequeñas que no lo hacen, y grandes que sí, la clave no está tanto en el tamaño como en el equipo que dirige una organización y cree que el cambio se encuentra en las personas.
¿Cómo se refleja esa actitud en NEM Solutions?
-No hacemos nada del otro mundo. El estudio de la AEC tenía dos bloques, uno relacionado con el ámbito racional en el que se analizaban procesos, métodos y resultados, y otro centrado en el aspecto emocional, donde pesaban cuestiones como el ambiente de trabajo o los valores. Nosotros obtuvimos las mejores calificaciones en este último bloque, lo que significa que no importa tanto lo que haces sino qué entorno tienes, y ahí lo fundamental son las personas. En ese sentido, tenemos tres valores muy identificados. El primero es la incomodidad. Nos gusta vivir incómodos porque si tenemos todo bajo control podremos ir más rápido, pero corremos el riesgo de caer en la rutina. El segundo valor es la diversidad, que se refleja en estar siempre atentos a las nuevas oportunidades y aportar nuevas ideas aunque fallemos. Por último, valoramos la valentía de enfrentarnos a proyectos internacionales con una plantilla de 40 personas y competir con gigantes como IBM y empresas que cotizan en el IBEX. Esa valentía es la que hace que vengamos todos los días a trabajar con pasión. Y creo que el trabajo es el motor y la pasión es el combustible, y ambos son imprescindibles para desarrollar una actividad que a veces no es fácil, porque intentamos apoyarnos en empresas cercanas para determinados proyectos y, debido a nuestro alto nivel de avance tecnológico en campos como el tratamiento de datos y la inteligencia artificial, nos encontramos con que son ellas las que nos piden ayuda.
¿Viven algo aislados en el entorno empresarial?
-Existe un ecosistema de empresas. Nosotros nos apoyamos en una treintena de firmas guipuzcoanas para avanzar en nuestra actividad, pero hay aspectos para los que nos resulta más difícil encontrar respuesta. Nuestra filosofía consiste en invertir en nuestras fortalezas y aliarnos con otros para nuestras debilidades, y creo que en Gipuzkoa falta esto. No soy quién para opinar sobre cómo se hacen las cosas en Gipuzkoa, pero sí parece que la inversión en lugar de intentar orquestar se centra en la producción interna, aunque haya otros fuera que lo hagan mejor. Esto es difícil de entender quizá por esa rigidez del tejido empresarial guipuzcoano, que está conformado en su mayoría por empresas que optan por hacerlo todo dentro. Duele pensar de la noche a la mañana que tienes que abandonar el 20% de tu actividad porque otra firma que igual está a 20 kilómetros se desenvuelve mejor, pero nuestra política va por esa vía. Hemos cerrado alianzas con empresas internacionales que antes eran competidoras, y se han asombrado de que llamemos a su puerta para aliarnos con ellas. Nuestro pacto es dejar de producir algo en lo que la competidora nos gana, siempre también que esa empresa aparque otras actividades en la que nosotros le superamos. Son conversaciones difíciles, pero si realmente hay voluntad por las dos partes llegas a un escenario de entendimiento y la alianza es potentísima.
¿Con qué perfil de la empresa se alía NEM Solutions?
-En Gipuzkoa nos interesan las dedicadas al desarrollo de software, en el diseño y desarrollo de aplicaciones móviles. Nosotros aportamos valor añadido con la proyección de datos o la inteligencia artificial. A nivel internacional ofrecemos productos que necesitan datos para funcionar, por lo que buscamos negocios que nos proporcionen productos que generen esos datos, para que luego le aportemos el valor añadido de la interpretación y la creación de un entorno adecuado para tomar decisiones.