Donostia. La dirección de Huyck Wangner ratificó ayer su decisión de cerrar la fábrica de Perot Zizurkil y mantener la "tramitación administrativa y legal del ERE de naturaleza extintiva y la decisión de cesar la actividad" de la planta guipuzcoana. En un comunicado, la multinacional integrada en el grupo norteamericano Xerium añadió que "a partir del próximo día 29 de abril -el lunes-, la compañía procederá a comunicar por escrito a los trabajadores la rescisión de sus contratos de acuerdo a la legislación vigente", lo que se traducirá en los despidos inmediatos de los 74 trabajadores afectados por el ERE y el cese de la actividad en la planta, que ahora está parada por la huelga de los trabajadores.
Según confirmó ayer a este periódico el delegado del Metal de ELA en la comarca de Tolosaldea, Mikel Zabaleta, el siguiente paso a dar por la plantilla es "meter una demanda colectiva contra el ERE ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV)" y esperar que este anule el expediente de extinción de los contratos.
Según precisó Zabaleta, pese a la dureza de la situación, la plantilla está "entera y concienciada". En su opinión, la empresa "no nos ha dejado muchas alternativas ni opciones; no ha cambiado su planteamiento a lo largo de todas las negociaciones". La consecuencia fue que ayer por la mañana ambas partes firmaron el acta final del periodo de negociación sin acuerdo alguno, lo que da por finalizado el expediente y permite a la empresa aplicar las decisiones que estime oportunas.
La empresa apuntó que "durante el periodo de negociación, se han mantenido reuniones con los representantes de los trabajadores tal y como estipula la legislación vigente sin que se haya alcanzado un acuerdo que permitiera atenuar lo máximo posible las consecuencias de las extinciones laborales previstas, tal y como era el objetivo de la compañía, que ha procedido en todo momento de acuerdo a los requerimientos y medidas que establece la legislación laboral".
La compañía asegura que su posición ha sido de "absoluta flexibilidad y de diálogo permanente con todos los agentes para la búsqueda de soluciones consensuadas", mientras que "por su parte, los sindicatos no han aceptado ningún tipo de medida que pudiera reducir el número de despidos o atenuar su impacto que no pasase por la viabilidad de la planta".
Cabe recordar, sin embargo, que el expediente que terminó ayer sin acuerdo fue el segundo que presento la empresa, después de retirar un primer ERE que recogía prácticamente las mismas condiciones y el cierre de la planta de Zizurkil. Sin embargo, en aquella negociación inicial, la multinacional no movió ni un ápice su postura a lo largo de las reuniones y finalmente procedió a su retirada y la presentación de otro ERE en los mismos términos de cese de la actividad.
El comité de Perot Zizurkil sospecha que esa maniobra se encamina precisamente a evitar que la Justicia eche atrás el ERE por falta de voluntad negociadora, lo que habría motivado un segundo expediente en el que sí hubo ofrecimientos de mayores indemnizaciones de las mínimas que recoge la ley y la oferta de recolocar a trece trabajadores en las plantas del grupo en Italia y Alemania.
La compañía sostiene que "las causas objetivas de carácter económico, organizativas, productivas y técnicas expuestas para iniciar el proceso "siguen vigentes".