SIN poder ocultar cierta preocupación sobre la situación actual del sector lácteo, el libro Cooperativa Kaiku; desde 1953, un proyecto con futuro quiere aportar un destello de luz y rememorar los más de 50 años de historia de esta cooperativa con un fuerte arraigo en nuestro territorio, más allá de la producción y el envasado de leche.

"Si no es la cooperativa más antigua de Gipuzkoa, es de las más antiguas, más que Mondragon Cooperativa. Los inicios fueron muy duros, había que hacer una inversión de 25.000 pesetas. Hace 60 años nuestros padres se dieron cuenta de que la venta de leche podía ser un complemento a la renta familiar y con mucho esfuerzo empezaron a industrializar leche", recordó ayer en la presentación del libro el presidente de Kaiku, Joxe Urrestarazu.

El libro recoge los inicios cuando en 1952 entró en vigor un decreto para la creación de centrales lecheras en poblaciones de más de 25.000 habitantes. Esta nueva figura supuso una profunda transformación de los sistemas de producción, comercialización y consumo de leche.

Y entre 1953 y 1954 surgieron las cooperativas que con posterioridad convergieron en Kaiku: Gurelesa en Gipuzkoa, Copeleche en Navarra y Beyena en Bizkaia. Un año después, el 30 de marzo de 1955 se adjudicaron las dos primeras centrales lecheras en Donostia con capacidad para 24.000 litros de leche diaria cada una: la Sociedad de Estudios de Industrias Lácteas guipuzcoanas y la Cooperativa Provincial de Productores de Leche de Gipuzkoa, que de forma inmediata tomaron la decisión de abordar un proyecto conjunto que dio lugar a Gurelesa, con una capacidad de producción de 48.000 litros al día.

Fue el inicio de un camino de progreso y trabajo continuo, que también ha vivido malos momentos, como la explosión en la central de Beyena de una de las calderas, la muerte de varios trabajadores en 1977 o el reciente incendio de Iparlat en Urnieta.

"Kaiku ha sido un agente activo en la vertebración de la cadena de valor del sector lácteo en Gipuzkoa. Hoy en día el objetivo es valorizar la leche de los ganaderos, transformarla y añadir valor, y todo ello con un trabajo con fuerte arraigo en el territorio", manifiesta el coautor del libro, Miguel Rey. En cuanto a la situación actual el sector lácteo, el diputado de Desarrollo del Medio Rural, Rafael Uribarren, apuntó que "estamos viviendo momentos duros, y no es momento de hacer inversiones, sino de aguantar".

El libro, además, recoge la labor realizada por Joxe Larrea Ormazabal como baserritarra comprometido con los ganaderos durante más de cinco décadas. Cuando en la década de los 50 y los 60 se vivió una fuerte crisis en los caseríos -explica el libro- Larrea inició un proceso reformador con múltiples actuaciones en el ámbito asociativo, comercial y empresarial del sector lácteo vasco.

La publicación también recoge más de 70 fotografías del pasado y el presente de la cooperativa, desde las centrales lecheras originarias, hasta fotos actuales de los trabajadores, pasando por imágenes de la celebración del 25º aniversario, de asambleas de la década de los 60 o del proceso de envasado del año 1953.

Actualmente, la Cooperativa Kaiku está formada por más de 400 ganaderos de la CAV y Navarra que recogen en torno a los 170 millones de litros de leche al año, y de ellos 72 millones en Gipuzkoa. Concretamente, en Gipuzkoa 250 explotaciones repartidas por todas las comarcas aportan su leche a Kaiku.