Donostia. El Banco Guipuzcoano cerró el ejercicio de 2009 con un beneficio neto de 28 millones de euros, lo que significa un descenso del 54,4%, respecto al año pasado, un resultado que está por encima de la caída general de los balances que están ofreciendo las entidades financieras vascas y donde se percibe el grado de afección de la crisis.
Sin embargo un dato que pone de relieve cual ha sido la tónica del ejercicio para el Banco Guipuzcoano es que el resultado antes de impuesto se elevó sólo a 10,5 millones de euros, lo que supone una reducción del 83,8%, respecto al año anterior. El margen de explotación tuvo un resultado de 112 millones con una caída del 12,8%.
Como consecuencia de esta situación, la entidad financiera guipuzcoana ha tenido que cerrar durante 2009 un total de 11 oficinas, lo que significa el 4,1% de la red. Asimismo, ha llevado a cabo una reestructuración de sus direcciones regionales que pasan de ocho a seis.
Esta reducción en el número de sucursales se ha traducido también en un descenso de plantilla que ha afectado a un total de 80 trabajadores, lo que significa que al final del año el número de empleados ascendiera a un total de 1.266. A esta cifra hay que sumar cinco despidos más en el primer mes de 2010, de los que cuatro fueron en la red.
Al igual que el resto del sector financiero, el Banco Guipuzcoano se ha visto obligado a destinar a dotaciones y saneamientos un total de 138 millones de euros, lo que supone un incremento del 66%, respeto al año anterior, de los que 34 millones corresponden a dotaciones siguiendo las directrices del Banco de España, mientras que el resto son de carácter voluntario.
Estas provisiones forman parte de los criterios de actuación de prudencia con que se está actuando en el conjunto del sistema financiero del Estado para poder afrontar con garantías el ejercicio de este año que se presenta muy complejo y difícil para el conjunto del sector.
En cuanto a la morosidad, el Banco Guipuzcoano presentó una tasa del 3,9%, inferior a la media del sector.
En lo que se refiere al capítulo del activo, la cuenta de resultados ofrece números negativos, ya que los créditos a clientes supusieron un total de 7.159 millones de euros, lo que significa un descenso del 8%. El crédito hipotecario se mantuvo, mientras que el de las empresas se redujo de manera importante.
En lo referente al pasivo, el Banco Guipuzcoano arroja también números negativos, ya que los depósitos de los clientes registraron un descenso del 1,2% al alcanzar los 5.427 millones de euros.
La tendencia de los clientes hacía productos financieros con poco riesgo se observa en el aumento del 14,4% que han tenido las imposiciones a plazo, frente a los fondos de inversión.
En total los recursos gestionados por la entidad financiera alcanzan los 8.439 millones de euros, en donde se incluyen tanto las partidas de balance como los recursos gestionados a través de Fondos y Sicav.