Las y los donostiarras podrán volver a llevarse a casa un tramo de la barandilla de La Concha

 El Ayuntamiento de Donostia sorteará otros 275 tramos de la barandilla de La Conchaque han quedado sin uso tras la reparación y proceso de sustitución llevado a cabo entre la primera rampa de acceso a la playa y La Perla.

Este tramo ha sido sustituido por hallarse en mal estado y según ha explicado el alcalde Eneko Goia, “al tratarse de un elemento muy emblemático de la ciudad, se va a proceder a su sorteo para que aquellas personas interesadas puedan hacerse con una de las piezas retiradas”.

Cada uno de los tramos saldrá a sorteo por un precio de 185 euros, coste estimado para su preparación antes de la entrega.

En el sorteo, ha recordado Goia, podrán tomar parte todas las personas físicas mayores de edad empadronadas en Donostia, así como “las personas físicas que hayan nacido en la ciudad que así lo deseen”.

El primer grupo tendría prioridad respecto al segundo, que entraría en el sorteo en el caso de que hubiera módulos sobrantes de la primera fase. En todos los casos, solo se permitirá presentar una solicitud por persona.

Presencialmente o de forma telemática

Según ha anunciado Goia,el plazo de inscripción para tomar parte en el sorteo se abrirá en 3 de marzo. Para participar, las personas interesadas podrán registrarse de forma presencial en las oficinas municipales, o de forma telemática en la web del Ayuntamiento, donde se incluirá un apartado a tal efecto.

A lo largo del mes de abril se hará público el listado con las personas admitidas, abriéndose el pertinente plazo de reclamación.

Superado este trámite, se publicará la lista definitiva, en la primera semana de mayo.

Si el número de solicitudes es menor al de los tramos que se ofrecen, se adjudicarán de forma directa comenzando por el primer grupo, para después pasar al segundo. 

En el caso de que la demanda exceda a la oferta, su adjudicación se decidirá por sorteo.

El transporte, por medios propios

Una vez realizado el sorteo, las personas a las que se les adjudique el tramo de barandilla tendrán que recogerlo y transportarlo por sus propios medios, además de adquirir el compromiso de hacer “buen uso” de este singular elemento.

La posterior venta o reproducción de la barandilla queda expresamente prohibida.

Los tramos a sorteo tienen una longitud aproximada de 80 centímetros y un peso que ronda los 50 kilogramos. 

El estado de la barandilla será el que presentaba cuando se procedió a su desmontaje, ya que únicamente se prevé realizar los trabajos de división y enganche de pasamanos. En ningún caso se contempla realizar trabajos de “eliminación de óxidos, sobrantes, ni pintura”.

El alcalde Eneko Goia ha recordado que esta no es la primera ocasión en la que los donostiarras han podido hacerse con un tramo de barandilla, “que hemos ido sacando según la hemos ido sustituyendo”.

En los sorteos llevado a cabo hasta la fecha se han adjudicado “tramos de distinta longitud” y en el coste final de los mismos “se ha repercutido siempre el coste de cortarlos”.