El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha dejado claro en su comparecencia en Comisión de Desarrollo y Planificación del Territorio que el convento de Kristobaldegi no acogerá ningún equipamiento municipal para Txomin Enea.

Goia ha explicado que en reuniones mantenidas con la representación de la comunidad propietaria de los edificios, esta misma evidenció que el convento antiguo presenta una situación de deterioro muy avanzado, además de situarse en una zona inundable.

Así las cosas, el Ayuntamiento no contempla hacerse con el edificio antiguo para destinarlo a acoger equipamientos para el barrio de Txomin.

“No cuestionamos la necesidad de equipamientos en Txomin Enea, pero ya avanzamos que con el cambio de ubicación aprobado para el Ambultario el suelo reservado inicialmente a este fin se dedicaría a dotaciones para el barrio”, ha puntualizado Goia a preguntas de Elkarrekin Donostia.

El primer edil donostiarra ha dado cuenta de los encuentros que se han llevado a cabo con la propiedad una vez se ha tenido contacto con la legal representación de la misma.

Falso interlocutor

 El Ayuntamiento, ha explicado, tuvo conocimiento de que el convento quedaba vacío porque sí se lo notificó el Obispado, aunque no era el estamento titular del mismo, por lo que no podía liderar negociación alguna.

En ese momento, y conociendo el interés de la Diputación Foral de Gipuzkoa por disponer de un edificio para residencia, el Ayuntamiento puso en contacto al ente foral con la que creían que era la representación de la propiedad, “que finalmente no lo fue”.

Esos contactos iniciales no fueron de ninguna utilidad, ya que la persona que decía ser representante de la orden religiosa “se había inmiscuido” valiéndose de “tres monjas mayores”.

En todo momento el interés de la Diputación se centró en el edificio nuevo, situado en zona no inundable.

Se estaba valorando esta operación “cuando se puso en contacto con el Ayuntamiento la representación, esta vez sí legal, de la orden religiosa”, ha explicado Goia.

Fue tras encauzar las conversaciones con el interlocutor adecuado cuando desde la propiedad se dio cuenta al Consistorio de la situación del edificio, presentando el informe de un estudio de arquitectura que dejaba claro que el antiguo convento de hallaba “en muy mal estado”, presentando incluso daños estructurales.

El segundo argumento, que hacía inviable la compra de este edificio, es que se hallaba en “la avenida de inundaciones de los diez años, que es de las más frecuentes”.

Así las cosas, ha subrayado Goia, “la viabilidad del antiguo convento se pone más que en cuestión”. “Es inutilizable” y su futuro más probable pasa por “desaparecer de su actual ubicación”, ha destacado.

La representación de la orden religiosa, ante esta realidad, plantea que se estudie la posibilidad de llevar la edificabilidad de esta parcela inundable a otro punto, dentro de los límites de la propiedad, opción que se estaría valorando. ”Hay que mirar si dentro de la legalidad hay opciones para que esto pueda ser así”, ha explicado Goia.

En una segunda reunión participó la Diputación Foral “por si pudiera seguir teniendo interés” en el edificio nuevo. Los contactos continúan.