El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha visitado hoy las obras de la estación de Atotxa, donde ha destacado que será ésta la primera en acoger la llegada de la Alta Velocidad en Euskadi.
Puente ha recorrido las obras de Atotxa junto a la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca; el alcalde de Donostia, Eneko Goia y el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano.
En la estación, inmersa en la vorágine de las obras, aseguró que éstas “avanzan a buen ritmo”, por lo que espera que estén totalmente rematadas en 2026. La última fecha anunciada sitúa el fin de obra en los primeros meses del año próximo.
Las obras de Atotxa cuentan con un presupuesto de más de 93 millones de euros, financiados por el Gobierno del Estado y que se están ejecutando, por encomienda de éste, por Euskal Trenbide Sarea, ETS.
“Confiamos en poder ver la nueva Atotxa en todo su esplendor y capacidad de operación el año que viene, en el que podremos disfrutar su concepción moderna y respetuosa y su diseño histórico exterior, gracias a la colaboración y entendimiento entre todas las instituciones implicadas. En especial, la sociedad pública vasca Euskal Trenbide Sarea y la estatal”, ha destacado Puente.
Cierre de la estación
De momento, el cambio más inminente es el cierre del andén de la zona de Egia para que vuelva a entrar en funcionamiento el del lado del Urumea, con acceso desde el Paseo de Francia desde el lunes, 17 de febrero.
Para poder realizar este traslado, la estación permanecerá cerrada entre mañana y el lunes, ofreciéndose el servicio mediante autobuses.
Mientras, las obras que se están ejecutando en esta infraestructura ferroviaria seguirán su ritmo normal para que la estación provisional acabe siendo integrada en la definitiva.
Estos días de cierre al tráfico ferroviario se aprovecharán, además, para rematar los trabajos de electrificación y montaje de vía para cambiar el discurrir de los servicios de un lado al otro de la estación.
Pionera
Atotxa será la primera estación de la CAV preparada para acoger la Alta Velocidad. Para ello contará con andenes de una longitud especial, más de 400 metros, que no están operativos, ya que, de momento, se han acotado 150 metros para que puedan ser utilizados por los servicios de Cercanías.
El desarrollo de las obras, ya complejas por sus características, se dificulta aún más ya que se debe garantizar la circulación diaria de 60 trenes.
A futuro, como explicó recientemente, José Antonio Santano, el movimiento de pasajeros en Atotxa se multiplicará “de forma exponencial”, llegando a los 3,6 millones de pasajeros por año cuando la Y vasca y la Burgos-Vitoria entren en funcionamiento.
La conexión ferroviaria con el resto de capitales de la CAV y con Iruña, avanzó Santano hace pocas semanas, será la que aportará un mayor volumen de viajeros, en torno al 60%.
Respecto a esta conexión Puente ha apuntado que 2025 “significa poder acompañar a toda la sociedad vasca en el principio del tan ansiado fin de la Y vasca y sus emblemáticas estaciones. Este año experimentará el último gran empujón para finalizar sus ramales, ya que culminaremos la práctica totalidad de su plataforma ferroviaria”.
Madrid, en menos de tres horas
Santano ya había destacado otra de las virtudes de la Y vasca, que será evidente con la entrada en funcionamiento de la Vitoria-Burgos, y es que la duración del viaje desde Donostia a Madrid bajará de las tres horas.
Cuando las obras que se están llevando a cabo en Atotxa lleguen a su fin la estación mostrará una imagen en la que las principales marcas de identidad convivirán con la arquitectura del siglo XXI.
El edificio se ha ampliado en dos alturas con un diseño que responde “a las nuevas necesidades de la explotación ferroviaria”.
Toda la parte histórica, incluida la marquesina que se ha sido restaurada, se integran en la renovada estación evitando las estridencias.
En la parte inferior se han incorporado los vestíbulos de acceso soterrados, con una extensión de 7.400 metros cuadrados.
La actuación de Atotxa conlleva la ampliación y remodelación del paso inferior de conexión con Egia, mejorando el acceso a la estación de autobuses.
La intervención se complementa con la nueva plaza pública frente a Tabakalera, con una superficie de 5.700 metros cuadrados, cuyos pilares pueden verse ya desde el interior de la estación.