Presidente de un club de baloncesto de referencia que celebra en 2025 su 50º aniversario, o protagonista de excepción en la cabalgata de Reyes de Donostia. Iñaki Almandoz es un donostiarra de pro y lleva toda su vida dedicándose desinteresadamente a labores sociales, que desde su punto de vista, son necesarias para mejorar el entorno de la ciudad. Ahora ha sido galardonado con la Medalla al Mérito Ciudadano de su ciudad.

Felicidades. Un reconocimiento así no se recibe todos los años.

Muchas gracias. Cuando me enteré se me despertaron dos sentimientos: Agradecimiento y compromiso. En primer lugar, estoy muy agradecido por el reconocimiento a un trabajo que hago sin el ánimo de conseguir nada a cambio. Creo que cada uno debe hacer lo que pueda por mejorar la sociedad. Por otro lado, me ha despertado el sentimiento del compromiso. Si hasta ahora tenía adquirido un compromiso personal con la sociedad, ahora el sentimiento de tener que corresponder a mi ciudad se ha incrementado. Hay que estar a la altura de las circustancias y quizás refuerza mi idea de contribuir para mejorar la sociedad. Creo que de bien nacido es ser agradecido, y si antes creía que tenía que dar lo que podía por Donostia, Gipuzkoa y Euskal Herria, ahora lo creo más.

Cumple a la perfección con los valores que promueve el premio.

No me gusta valorarme, eso lo dejo para la gente del entorno y en este caso para quienes han decidido que era merecedor de la medalla. Si la gente me identifica con el voluntariado, la solidaridad y el compromiso, se lo agradezco de corazón. Yo no hago las cosas para recibir premios, sino para aportar a la sociedad lo mejor de mí. Esta manera de pensar quizás venga desde que quise empezar a jugar a baloncesto y pude hacerlo porque otras personas dedicaron su tiempo y su esfuerzo a crear un club y hacer que fuera posible. Creo que absorbí esa faceta de aquellos directivos del Atlético San Sebastián y ahora la intento transmitir a las nuevas generaciones.

"Pude jugar al baloncesto gracias al esfuerzo y la dedicación de otras personas, y ahora trato de hacer lo mismo con las nuevas generaciones"

Después fundó el Askatuak SBT 1975.

Sí, lo fundamos entre varios miembros de la directiva del Átletico San Sebastián. Nosotros nos iniciamos en la práctica del baloncesto allí, pero en el 1974 el club decidió suprimir la sección. Fue entonces cuando una cuadrilla que andabamos por allí, capitaneados por José Antonio Gasca, fundador del Átletico también, pensamos que Donostia y Gipuzkoa no se podían quedar sin baloncesto. No tuvimos otra salida que crear el Askatuak para seguir jugando, aunque durante los primeros tres años llevó el nombre de Dicoproga. Desde entonces hasta hoy, seguimos trabajando promoviendo los valores como el compromiso y el esfuerzo.

¿Pensó el algún momento que se convertiría en un club de referencia?

El objetivo principal, y así lo dicen los primeros estatutos, era promover la disciplina del baloncesto entre la gente jóven. Lo que nos ilusionaba era que Donostia y Gipuzkoa pudieran contar con un equipo en la mejor categoría posible, con el reflejo de la Real como referencia. Con el paso del tiempo hemos ido cogiendo más fuerza y hay una trayectoria que no nos imaginábamos al principio. Cuando inicias un proyecto así no piensas a largo plazo. Los logros son fruto de un trabajo que intentas hacer de la mejor manera posible.

No sé si alguna vez ha acudido al acto de entrega.

No he acudido nunca porque creo que limitan el aforo, pero siempre me ha picado la curiosidad por presenciar este acto y también el de la entrega del Tambor de Oro. Además, al tener familia y participar en la tamborrada, a veces me ha cogido con los preparativos, pero este año podré estar presente en este acto que me han dicho que es muy bonito y entrañable.

Vista su trayectoria, intuyo que su discurso realzará los valores que promueve el galardón.

En este aspecto tengo un marrón, porque cuando empiezo a hablar es difícil que pararme, pero sí, creo que me centraré en eso. Me han puesto límite de un folio, y creo que los primeros capítulos me los voy a pasar solamente agradeciendo a toda la gente que ha pensado en mí. No he empezado a preparar nada, pero algo bueno saldrá seguro.